Con un escenario económico todavía restrictivo para la mayoría de los hogares, el aguinaldo de junio de 2025 dejó de ser sinónimo de consumo aspiracional. Según una encuesta de Focus Market sobre 7.500 casos en todo el país, el 31% de los trabajadores argentinos usará esta mitad del salario anual complementario para afrontar gastos cotidianos como servicios, educación, medicina prepaga y otras obligaciones básicas.
Este dato marca un cambio significativo respecto al destino del aguinaldo en diciembre de 2024, cuando las vacaciones encabezaban el ranking de prioridades. Hoy, ese rubro cayó al cuarto lugar, en una muestra clara de cómo la presión inflacionaria, la caída del poder adquisitivo y la incertidumbre todavía vigente obligan a redefinir prioridades.
“Estamos viendo una transformación silenciosa en el consumo: incluso con una macro más ordenada y menor inflación, el ingreso mensual sigue siendo insuficiente para cubrir lo básico”, señala el informe de la consultora dirigida por el economista Damián Di Pace. Lejos del optimismo que solía asociarse a esta instancia del año, el aguinaldo aparece ahora como un salvavidas para llegar a fin de mes.
Cambio de hábitos y nuevas decisiones financieras
La segunda opción más elegida por quienes cobrarán aguinaldo este mes es la inversión en acciones, con un 20% de los encuestados optando por ese destino. En tercer lugar quedó la compra de dólares, que representa el 16% de las preferencias y sigue cediendo terreno como refugio automático ante la incertidumbre.
Para Di Pace, este dato refleja otro cambio de época: “Ya no hay apuro por sacarse los pesos de encima. La urgencia del consumo inmediato que dominaba en contextos de alta volatilidad o devaluaciones inminentes se desactivó. El dólar perdió parte de su rol histórico como salvavidas”.
En ese sentido, también cayeron rubros que en años anteriores ocupaban un lugar destacado, como el pago de deudas (solo un 9% lo usará con ese fin) y el stockeo de productos en supermercados y mayoristas, una práctica muy común en momentos de precios desbocados.
“El argentino de hoy ya no solo improvisa en la crisis, también empieza a organizarse en la estabilidad. Hay un intento por ordenar las finanzas personales, aún en un contexto en el que los ingresos siguen siendo bajos frente al costo de vida”, agregó Di Pace.
Impacto en La Plata y el AMBA
En ciudades como La Plata, donde el costo de los servicios, la educación privada y la medicina prepaga aumentó por encima del promedio general en los últimos meses, la tendencia nacional se replica con fuerza. El aguinaldo, en muchos casos, se destinará a cubrir boletas acumuladas, evitar cortes de servicios o ponerse al día con cuotas escolares. En ese sentido, más que un “medio sueldo extra”, este ingreso se convierte en una herramienta para sostener cierta estabilidad económica en los hogares.
