El ministro de Economía bonaerense, Pablo López, confirmó que el país atraviesa una nueva recesión. Señaló que el impacto ya se siente en los hogares, el empleo y el consumo. La advertencia tensiona el escenario político y económico nacional.
En una declaración que encendió las alarmas, el ministro de Economía de la Provincia de Buenos Aires, Pablo López, aseguró que Argentina ya ingresó en una nueva etapa recesiva. “Los indicadores muestran una caída sostenida de la actividad económica, con efectos directos sobre el empleo y el poder adquisitivo de las familias”, sostuvo.
El impacto en los hogares: menos consumo, más incertidumbre
López remarcó que la recesión no es solo una cuestión técnica, sino una realidad palpable en los barrios. “La gente compra menos, se endeuda más y ve cómo sus ingresos se licúan frente a la inflación”, explicó. Desde la cartera económica provincial advierten que el deterioro del consumo es uno de los síntomas más visibles de esta nueva fase.
Empleo en riesgo: caída de la actividad y parálisis en sectores clave
Según el ministro, la recesión ya afecta la dinámica laboral. “Hay sectores que frenaron contrataciones, otros que evalúan despidos, y muchos trabajadores informales que directamente quedaron sin ingresos”, detalló. La construcción, el comercio y la industria son los más golpeados, según el relevamiento provincial.
Recesión y elecciones: un combo que tensiona el tablero político
La advertencia de López se da en un contexto electoral cargado, donde las definiciones económicas tienen peso estratégico. Desde la Provincia buscan instalar una narrativa que visibilice el impacto social de las políticas nacionales. “No se trata de números, se trata de personas”, concluyó el ministro.