La disputa por los adoquines en el centro de La Plata suma un nuevo capítulo. La organización SOS Adoquines Platenses anunció que apelará el fallo de la jueza María Ventura Martínez, quien autorizó a la Municipalidad a reanudar las obras de asfaltado en Plaza Rocha y habilitó la remoción de los adoquines también en los alrededores de Plaza Italia, en el marco de un plan de renovación urbana impulsado por el Ejecutivo local.
El conflicto, que lleva ya más de tres años en la Justicia, había comenzado en 2021 con una medida cautelar que frenó intervenciones municipales en la intersección de 7 y 60. La polémica incluso llegó hasta la Suprema Corte bonaerense. Sin embargo, el reciente fallo consideró que el reclamo quedó “abstracto” a partir de una modificación normativa aprobada en 2023 por el Concejo Deliberante.
Aquella actualización de la ordenanza, respaldada por unanimidad por los concejales, permitió avanzar con la pavimentación en sectores céntricos como Plaza Italia y Plaza Rocha, al tiempo que reforzó la protección patrimonial del adoquinado en barrios históricos como Tolosa, Meridiano V, Villa Elisa y el Barrio Hipódromo. Con este cambio normativo, la Justicia habilitó la continuidad de las obras en áreas de alto tránsito.
Desde la ONG, sin embargo, insisten en que la remoción de adoquines no solo representa una pérdida patrimonial, sino también un retroceso en términos ambientales y de seguridad vial. “Los adoquines no son solo históricos. En una ciudad con antecedentes de inundaciones, como La Plata, cumplen un rol clave porque son pavimento permeable y mitigan el riesgo hídrico”, señalaron desde la organización.
En esa línea, recordaron que la intersección de 7 y 60, donde se encuentra Plaza Rocha, forma parte de una zona considerada de riesgo hídrico según el mapa de la Autoridad del Agua (ADA). “El arroyo Zoológico está entubado en esa zona. Quitar los adoquines aumenta la escorrentía superficial y reduce la capacidad de absorción del suelo, lo que puede agravar las inundaciones”, advirtieron.
También argumentan que el adoquinado contribuye a reducir los siniestros viales, ya que obliga a los vehículos a circular a menor velocidad. En una ciudad como La Plata, que registra índices alarmantes de accidentes de tránsito, esta función no es menor. Además, sostienen que los adoquines ayudan a mitigar el efecto de las islas de calor durante el verano y remarcan que el asfalto, derivado del petróleo, no es una opción sustentable.
“El adoquinado forma parte del patrimonio urbano de la ciudad. Son materiales irreemplazables que no solo deben preservarse, sino también ser reparados y cuidados con criterio”, remarcaron los referentes de SOS Adoquines Platenses, que anticiparon una nueva batalla legal contra el avance del hormigón en los espacios verdes platenses.
La discusión reabre el debate sobre qué modelo de ciudad se proyecta para los próximos años y cómo equilibrar las necesidades de movilidad con la preservación del ambiente y el patrimonio. Una discusión que, sin dudas, interpela a los vecinos de La Plata.