El Gobierno bonaerense oficializó por decreto el asueto administrativo para los días 24, 26 y 31 de diciembre de 2025, una decisión que impacta de lleno en la rutina de la administración pública provincial y termina de configurar un cierre de año con actividad reducida en oficinas estatales.
La medida llega en la antesala de las Fiestas, cuando en distintas dependencias ya se daba por hecho que el viernes 26 podía convertirse en la pieza que faltaba para armar un descanso extendido. Finalmente, la Provincia confirmó esa expectativa y ordenó el asueto para esas tres fechas clave del calendario.
Con este esquema, el miércoles 24, el viernes 26 y el miércoles 31 de diciembre no habrá actividad administrativa en el ámbito provincial, mientras que el 25 de diciembre y el 1° de enero se mantienen como feriados nacionales. En los hechos, para muchos trabajadores estatales el cierre de año tendrá menos trámites y más brindis.
Quiénes quedan exceptuados
El decreto establece excepciones claras: el asueto no alcanza al personal de las Policías de la Provincia de Buenos Aires, al Sistema de Atención Telefónica de Emergencias del Ministerio de Seguridad ni al Servicio Penitenciario Bonaerense, áreas consideradas esenciales que mantendrán su funcionamiento habitual.
Tampoco se verán afectados los bancos ni las entidades financieras, que continuarán con su propio cronograma de atención, algo a tener en cuenta para quienes planifiquen gestiones de fin de año.
Invitación a otros poderes y municipios
En el mismo texto, el Ejecutivo provincial invita al Poder Legislativo, al Poder Judicial y a los municipios a adoptar una medida similar. En ciudades como La Plata, donde conviven oficinas provinciales, municipales y judiciales, la decisión de cada jurisdicción será clave para definir el nivel real de actividad durante esos días.
Para los vecinos platenses, el asueto implica menos trámites presenciales y una lógica de funcionamiento acotada en organismos públicos, justo en una época donde el movimiento urbano baja un cambio y la agenda gira más alrededor de las Fiestas que del expediente.
En síntesis, la Provincia baja la persiana administrativa en tres jornadas estratégicas y ordena un cierre de año más liviano para el Estado, mientras los servicios esenciales siguen en pie y los municipios evalúan si se suman a la misma sintonía.
