En una reunión tensa y decisiva en el edificio de 8 y 50, La Libertad Avanza solicitó reimprimir sus boletas, mientras el juez Ramos Padilla anticipó que la resolución llegará entre hoy y mañana. El Ministerio del Interior confirmó que hay fondos disponibles, pero el clima político y judicial se espesa.
La audiencia celebrada este miércoles en la sede de la Junta Electoral bonaerense reunió a todos los apoderados partidarios en un clima de expectativa y tensión. La Libertad Avanza (LLA) formalizó su pedido de reimpresión de boletas, argumentando inconsistencias que podrían afectar el normal desarrollo del proceso electoral.
El planteo fue recibido por el juez Alejo Ramos Padilla, quien no ocultó la complejidad del escenario: “La situación es compleja”, afirmó, dejando entrever que la decisión no será inmediata. Según adelantó, la resolución se conocerá “entre hoy y mañana”, en una ventana crítica para la logística electoral.
El Ministerio del Interior tiene los fondos
Uno de los puntos más sensibles del debate giró en torno al financiamiento de una eventual reimpresión. En ese sentido, Lisandro Catalán —funcionario con rol técnico en la audiencia— presentó un informe en el que aseguró que el Ministerio del Interior dispone de los créditos presupuestarios necesarios para afrontar el gasto.
Este dato, aunque tranquilizador en términos administrativos, no despeja las dudas jurídicas ni políticas que rodean la solicitud de LLA. La decisión final dependerá de la interpretación judicial sobre la validez del reclamo y su impacto en el cronograma electoral.
Expectativa y definiciones inminentes
La audiencia se desarrolló en el emblemático edificio de calle 8 y 50, epicentro de las definiciones electorales en la provincia de Buenos Aires. Con todos los apoderados partidarios presentes, el encuentro funcionó como termómetro del clima político que se vive a días de la elección.
Mientras Ramos Padilla evalúa los argumentos y el contexto, los partidos ajustan sus estrategias ante un posible giro logístico. La reimpresión de boletas no solo implica un desafío técnico, sino también una señal política que podría reconfigurar el escenario.
La cuenta regresiva ya empezó. Y cada hora pesa.