La Justicia habilitó al Ministerio de Mujeres bonaerense a definir el destino del mobiliario que aún permanece en la casona de 48 entre 11 y 12, escenario de uno de los crímenes más aberrantes de la historia reciente de La Plata.
La propiedad, declarada en estado de abandono tras años de disputas judiciales, sigue envuelta en un complejo proceso sucesorio y de expropiación que involucra a los herederos del femicida y al Estado provincial.
Según la resolución firmada por el Juzgado Civil y Comercial N° 17 de La Plata, la cartera que encabeza Estela Díaz quedó autorizada a disponer libremente de los bienes muebles que aún resisten el paso del tiempo en la vivienda donde en 1992 Ricardo Barreda asesinó a su esposa, sus dos hijas y su suegra.
El trámite judicial avanza en paralelo al reclamo de una de las coherederas, que impugnó el monto ofrecido por la Provincia en concepto de indemnización por la expropiación del inmueble. La mujer, representada por el estudio RDN Abogados, aceptó de manera parcial la expropiación, pero exige una nueva tasación y el pago de intereses hasta que se efectivice la compensación que, asegura, está lejos de reflejar el valor real de la propiedad.
En 2021, el gobierno bonaerense depositó poco más de $7,1 millones, una cifra que los herederos calificaron de irrisoria frente al precio de mercado. Desde entonces, reclaman que se actualice la valuación, teniendo en cuenta la ubicación de la casona en pleno barrio de Tribunales y la brecha creciente entre el valor fiscal y el real de la propiedad.
La disputa por los bienes de Barreda también llegó a los tribunales de San Martín, donde se tramita el proceso sucesorio. Sin embargo, la jueza platense Sandra Grahl dejó en claro que no hubo oposición alguna a la resolución que declaró el abandono de los bienes muebles, lo que habilitó el reciente fallo a favor del Ministerio de Mujeres.
Legalmente, los bienes muebles abarcan desde objetos decorativos y muebles hasta vehículos, electrodomésticos, libros y dinero en efectivo. Aunque sobre la casa aún pesa la marca del horror, el mobiliario ahora podría tener otro destino bajo la órbita estatal.
La historia judicial de este caso suma otro capítulo en una trama que lleva más de tres décadas. La expropiación fue aprobada por la Legislatura bonaerense en 2014 y desde entonces se arrastra el debate por la compensación. En su momento, el propio Barreda había reclamado cobrar en dólares el valor de mercado, que superaba ampliamente la tasación oficial de ARBA.
El cuádruple femicida murió en 2020, a los 83 años, en un geriátrico de José C. Paz. Durante sus últimos años, Barreda intentó eludir su responsabilidad penal e incluso llegó a decir que no recordaba los asesinatos. Más allá de su muerte, su figura sigue generando reacciones encontradas: mientras el caso se convirtió en un emblema de la violencia machista, aún persisten sectores que lo reivindican, un fenómeno tan inquietante como sintomático.
En La Plata, la casona de 48 entre 11 y 12 sigue siendo un símbolo del horror. Hoy, la disputa judicial por su legado abre otro frente que pone en discusión el rol del Estado y el derecho de las víctimas a una reparación justa.