La reacción a la confirmación de la condena contra Cristina Fernández de Kirchner no tardó en manifestarse. Apenas horas después del fallo de la Corte Suprema, distintos sectores del sindicalismo y el movimiento universitario salieron a las calles en repudio a lo que califican como una maniobra de proscripción política. En La Plata, epicentro político y académico clave, gremios estatales y universitarios se declararon en estado de alerta, mientras que estudiantes tomaron el Rectorado de la UNLP.
Entre los primeros en pronunciarse estuvieron los gremios estatales. La seccional porteña de ATE, conducida por Daniel “Tano” Catalano, anunció un paro con movilización. “El pueblo organizado no va a permitir este grave atropello”, afirmó el gremio en un comunicado, tras una reunión que compartieron con otras organizaciones en SMATA y luego en el Partido Justicialista, donde también participó la expresidenta. En paralelo, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que nuclea a más de 30 gremios, expresó su rechazo al fallo y denunció el uso del Poder Judicial como “herramienta de persecución política”.
Desde la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) —tanto la Autónoma como la de los Trabajadores— también emitieron un documento conjunto, firmado por Hugo Yasky y Hugo “Cachorro” Godoy, donde calificaron la sentencia como parte de un “operativo judicial” para excluir políticamente a Cristina Kirchner. “No habrá democracia plena sin la libre participación de todos y todas”, expresaron.
En el ámbito universitario, la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (FATUN) convocó a un paro de 24 horas sin asistencia a los lugares de trabajo. Según expresaron, la medida es “en defensa de la democracia y contra la proscripción de Cristina”.
El conflicto tuvo una réplica directa en las calles de La Plata. La noche del martes, cientos de estudiantes de distintas facultades de la Universidad Nacional de La Plata se movilizaron hacia la sede del Rectorado, en 7 entre 47 y 48, y ocuparon el edificio de manera pacífica. La acción fue encabezada por la Federación Universitaria de La Plata (FULP), que difundió un mensaje claro: “Universidad tomada en defensa de la democracia”.
La medida fue respaldada por centros de estudiantes de distintas carreras y se mantendría al menos por 24 horas, mientras se organizan asambleas para definir los pasos a seguir. Desde la FULP afirmaron que el fallo de la Corte “no es solo contra Cristina, es contra el campo popular y los derechos conquistados en democracia”.
El escenario parece escalar: además de las reacciones en la UNLP, en la Universidad de Buenos Aires comenzaron a organizarse asambleas estudiantiles con miras a adoptar medidas similares. Desde el Instituto Patria y espacios sindicales no descartan que nuevos gremios se sumen a la protesta en los próximos días.
La condena a la exmandataria reavivó el enfrentamiento entre el Poder Judicial, los sectores sindicales y el movimiento estudiantil, en un contexto político tenso donde La Plata —con su historia de movilización universitaria y presencia gremial— vuelve a convertirse en un foco clave de resistencia.
