La salida de Luis Vivona dejó vacante el sillón más codiciado de la Legislatura. Sergio Berni, Mario Ishii y Gabriel Katopodis se disputan el tercer lugar en la línea de sucesión provincial, detrás de Verónica Magario. El cargo concentra poder político, recursos y proyección.
La vicepresidencia primera del Senado bonaerense no es un cargo meramente protocolar. Se trata del tercer lugar en la línea de sucesión de la provincia, inmediatamente después de la vicegobernadora Verónica Magario. Además, otorga el despacho más amplio de la Cámara Alta, decenas de designaciones, vehículos oficiales y un presupuesto propioque convierte a quien lo ocupe en un actor de peso dentro del tablero político bonaerense.
El puesto quedó vacante tras la salida de Luis Vivona, que no logró renovar su banca en el Senado pero sí consiguió un escaño como diputado provincial por el sur del conurbano. Su partida abrió una disputa feroz entre tres figuras con peso propio en el peronismo.
Sergio Berni: el regreso al sillón que ya ocupó
El exministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni conoce de primera mano los beneficios del cargo: ya fue vicepresidente primero en 2012, cuando Gabriel Mariotto asumió como vicegobernador de Daniel Scioli. Su perfil confrontativo y su capacidad de instalar agenda lo convierten en un candidato con ambiciones de volver a ese lugar estratégico.
Mario Ishii: el barón del conurbano que busca proyección
El histórico intendente de José C. Paz, Mario Ishii, también se anota en la carrera. Con fuerte anclaje territorial y un estilo de conducción vertical, Ishii pretende trasladar su poder municipal al Senado. Para él, la vicepresidencia primera sería una plataforma de influencia provincial y un reconocimiento a su rol dentro del peronismo del conurbano.
Gabriel Katopodis: el ministro que quiere anclaje legislativo
El actual ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, aparece como el tercer contendiente. Con trayectoria en la gestión nacional y provincial, busca consolidar su presencia en la Legislatura. Su perfil dialoguista y su cercanía con Axel Kicillof lo posicionan como una opción que podría equilibrar tensiones internas.
El trasfondo político: equilibrio y sucesión
La disputa por la vicepresidencia primera refleja la puja de poder dentro del peronismo bonaerense. No se trata solo de un cargo legislativo, sino de un espacio que garantiza visibilidad, recursos y capacidad de negociación. En un escenario donde la gobernabilidad depende del delicado equilibrio entre intendentes, ministros y referentes territoriales, el desenlace de esta pulseada marcará el rumbo de la Legislatura en los próximos años.
