El Gobierno bonaerense salió al cruce de la decisión nacional de eliminar, hasta el 31 de octubre, las retenciones a la soja y otros granos. La medida, anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni en X, busca aumentar la oferta de dólares y contener la presión cambiaria que marcó la última semana.
El ministro de Gobierno de la Provincia, Carlos Bianco, fue uno de los primeros en expresar su rechazo. “Rascando la olla”, escribió en redes sociales, aludiendo a lo que consideró un intento desesperado de la Casa Rosada por obtener divisas y frenar la devaluación. Para el funcionario de Axel Kicillof, la decisión refleja las dificultades del modelo económico impulsado por Javier Milei.
Repercusiones en el Congreso
La medida también generó un fuerte debate en el Parlamento. Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque Encuentro Federal, la calificó como “oportunismo electoral” y recordó que las retenciones fueron modificadas en varias oportunidades en los últimos años. Además, apuntó contra el ministro de Economía, Luis Caputo, al que acusó de “mala praxis económica” y de profundizar la pérdida de reservas.
Desde Unión por la Patria, Germán Martínez cuestionó que el Gobierno priorice la baja de retenciones mientras desatiende proyectos clave como la Ley de Emergencia en Discapacidad. “El programa económico hace agua por todos lados”, sostuvo.
En la misma línea, el diputado Pablo Juliano (Democracia para Siempre) advirtió sobre el impacto fiscal de la medida y marcó que estará vigente apenas cinco días después de las elecciones legislativas del 26 de octubre. “Las suben, las bajan, las sacan. Por suerte son previsibles”, ironizó en X.
Por su parte, Juan Manuel López, jefe del bloque de la Coalición Cívica, expuso la contradicción oficial: “Cuando se necesitan dólares, el campo siempre está. Qué pena que este año se olvidaron de comprar reservas cuando el campo liquidó fuerte”.
Un escenario con impacto en la economía real
La decisión de reducir a cero las retenciones no solo abre un debate político, sino que también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad fiscal y la disponibilidad de divisas en el corto plazo. En la Provincia de Buenos Aires, principal distrito agroexportador, la medida tiene un peso particular, ya que el sector agrícola es un motor clave de la economía local y su relación con las políticas nacionales suele impactar de lleno en la producción y en la recaudación.