El Puerto La Plata se perfila como una nueva pieza estratégica en el mapa energético argentino. Camuzzi Gas Inversora confirmó el desarrollo de “LNG del Plata”, un proyecto que prevé la exportación de Gas Natural Licuado (GNL) mediante un buque de licuefacción flotante, con una inversión estimada de US$ 3.900 millones a ejecutarse a lo largo de 20 años.
El anuncio fue realizado por el presidente del grupo, Alejandro Macfarlane, quien detalló que la iniciativa ya fue presentada tanto al Gobierno nacional como a la administración bonaerense y que se negocia directamente con el gobernador Axel Kicillof la posibilidad de avanzar con una ley provincial de estabilidad impositiva. En paralelo, la empresa solicitará el ingreso al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), recientemente aprobado por Nación.
El proyecto, impulsado por el holding liderado por el empresario italiano Fabrizio Garilli junto a Macfarlane y Jorge Brito, marca una diferencia relevante frente a otras propuestas similares: mientras los proyectos de YPF y Pan American Energy se concentrarán en Río Negro, Camuzzi apuesta por llevar la exportación de GNL a territorio bonaerense, con base operativa en Ensenada y el Puerto La Plata.
Un eslabón energético para la región
La iniciativa permitirá exportar más de 2,4 millones de toneladas anuales de GNL, lo que equivale a una producción aproximada de 9 millones de metros cúbicos diarios de gas natural provenientes de Vaca Muerta, abastecidos mediante gasoductos ya existentes, cuya capacidad queda subutilizada durante los meses de menor consumo.
Las obras comenzarán en el primer trimestre de 2026 y la operación comercial está prevista para el verano de 2028. Uno de los mercados potenciales es Brasil, aunque la compañía evalúa ampliar la cartera de destinos en la región.
Macfarlane subrayó que la inversión inicial rondaría los US$ 300 millones en la primera etapa y que el proyecto generará al menos 500 empleos directos, además de un impacto económico indirecto en servicios portuarios, logística e infraestructura en la región del Gran La Plata.
Según estimaciones de la empresa, a lo largo de su vida útil, LNG del Plata podría aportar más de US$ 14.500 millones en divisas por exportaciones, en un contexto en el que la restricción externa continúa siendo uno de los principales límites para la estabilidad macroeconómica argentina.
Infraestructura clave en Ensenada
El plan contempla un ambicioso desarrollo de obras:
- Construcción de nueva infraestructura de transporte para llevar el gas desde Buchanan hasta Ensenada.
- Ejecución de un gasoducto subacuático de 10 kilómetros.
- Montaje de una plataforma offshore destinada al amarre del buque licuefactor.
Camuzzi informó además que se encuentra en negociaciones avanzadas con una empresa internacional especializada en operaciones de GNL para asegurar la implementación tecnológica del proyecto.
Doble impacto: exportar y fortalecer el abastecimiento
Entre septiembre y mayo, el sistema estará orientado a la exportación del gas neuquino, aprovechando la capacidad disponible del sistema nacional de transporte. En sentido inverso, durante los meses invernales, el esquema permitirá reforzar el abastecimiento del mercado interno, liberando volúmenes de gas para atender picos de demanda y reduciendo la necesidad de importar combustibles líquidos más caros para la generación eléctrica.
Desde el punto de vista energético, el proyecto no solo apunta a generar divisas sino también a mejorar el balance del sistema nacional, con impacto directo en costos y previsibilidad para el consumo interno.
Una negociación abierta con Provincia
El eje político del emprendimiento pasa por la necesidad de garantizar un marco de estabilidad tributaria de largo plazo. Para concretar la radicación definitiva en la provincia de Buenos Aires, Camuzzi busca una ley específica que otorgue previsibilidad fiscal, una condición que se discute actualmente en contacto directo con el Ejecutivo bonaerense mientras se aguarda la definición sobre el acceso al RIGI a nivel nacional.
Para la región de La Plata, Ensenada y Berisso, la confirmación del proyecto coloca al complejo portuario en el centro de una estrategia energética de gran escala, con potencial de generar empleo local, movimiento logístico y una reconfiguración del perfil productivo del puerto.


