Cristina Kirchner avanza con el armado electoral en la provincia de Buenos Aires sin consultar a Axel Kicillof, lo que profundiza la tensión interna en el oficialismo bonaerense. A menos de un mes del cierre de listas, el vínculo entre ambos está completamente quebrado.
En medio de la reconfiguración del mapa interno del peronismo tras el fallo de la Corte Suprema en su contra, Cristina retomó protagonismo y decidió mover piezas en el armado de las listas bonaerenses sin consensuar con el gobernador. Leonardo Nardini, intendente de Malvinas Argentinas, sería el elegido para encabezar la boleta en la Primera Sección (norte del Conurbano), mientras que Máximo Kirchner aparece como el principal nombre para liderar en la Tercera Sección (sur del Conurbano).
Nardini, que integró el gabinete de Kicillof como ministro de Infraestructura tras las legislativas de 2021 —en la etapa en la que Martín Insaurralde ingresó al Ejecutivo para apuntalar la gestión—, tuvo dificultades en el manejo de la obra pública, y su designación actual responde más a los equilibrios internos de Cristina que a consensos con el Ejecutivo provincial.
La oferta hacia Kicillof desde el kirchnerismo es limitada: apenas uno o dos lugares en la lista de diputados nacionales, algo que difícilmente conforme al gobernador y su espacio, el Movimiento Derecho al Futuro (MDF).
En ese contexto, Kicillof reunió este martes a su tropa en La Plata. Con intendentes bonaerenses y dirigentes leales, instó a evitar choques abiertos con el cristinismo, pero ratificó su intención de sostener una estructura propia de cara al proceso electoral. El mensaje fue claro: mantener la tensión sin romper, y seguir fortaleciendo el armado territorial con vistas a las elecciones de septiembre y octubre.
Uno de los ejes centrales es el desdoblamiento electoral en la provincia, una decisión que el kicillofismo considera irreversible. Desde su espacio aseguran que se trata de una cuestión técnica, no política: “No se pueden realizar dos elecciones simultáneas con sistemas distintos”, repiten cerca del gobernador. Incluso, la propia Verónica Magario le transmitió a Cristina en persona, durante una reunión en su departamento de Constitución, que no hay posibilidad de revertir esa decisión.
El 9 de julio se presenta como un hito clave: ese día vence el plazo para presentar frentes electorales. Mientras tanto, el oficialismo provincial se prepara para actuar con autonomía si el 19 de julio —fecha límite para inscribir candidaturas— no hay acuerdo con el espacio que lidera la ex presidenta.
Las señales de ruptura ya son visibles. La condena a Cristina no logró acercar posiciones, sino que acentuó las diferencias. El último gesto de distanciamiento fue contundente: en el acto por los fusilados de José León Suárez, el lunes pasado, el trato entre Cristina y Kicillof fue frío. Y al día siguiente, en la sede del PJ nacional, donde el gobernador fue a expresar su respaldo, nadie le dirigió la palabra. Estuvo apenas ocho minutos en el lugar, en completo aislamiento.
La respuesta simbólica llegó desde la militancia: mientras se retiraba, se escuchó una canción de La Cámpora que ya había sonado en actos en La Plata. La letra pareció dirigida al mandatario bonaerense: “Si querés canciones nuevas, te presto las mías”.
En el entorno de Cristina interpretan que el desdoblamiento electoral debilitó a la ex presidenta ante el poder judicial, lo que explicaría en parte la dureza del fallo de la Corte. La senadora Anabel Fernández Sagasti lo puso en palabras: “Cristina quedó sola en esa batalla”, dijo.
Aun así, Kicillof estará presente este miércoles en Plaza de Mayo, en la movilización en defensa de la ex presidenta, pero lo hará con una columna propia del MDF, marcando su diferencia del camporismo. “La movilización con columna propia ratifica la identidad de nuestro armado en todas las circunstancias”, señaló uno de los dirigentes presentes en la reunión del martes en La Plata.
En paralelo, algunos intendentes comienzan a reposicionarse. Mario Ishii, jefe comunal de José C. Paz y aliado inicial de Kicillof en su emancipación del cristinismo, se mostró públicamente con Cristina y expresó su respaldo con énfasis: “La conozco, cero corrupción. Estamos agradecidos y la vamos a acompañar con mucho amor”.
La interna bonaerense está en marcha. Las listas aún no están cerradas, pero el escenario anticipa una contienda más por el poder dentro del peronismo que con la oposición. Y en La Plata, el epicentro político de la provincia, las definiciones que se tomen en los próximos días marcarán el rumbo del oficialismo de cara a las urnas.