Los conductores de plataformas como Uber, Didi y Cabify anunciaron que este jueves 2 de octubre realizarán un apagón masivo de aplicaciones en La Plata, entre las 10 y las 14 horas. La medida, que se enmarca dentro de una protesta nacional, apunta a visibilizar los reclamos del sector frente a empresas y autoridades.
La convocatoria surge de la Agrupación de Choferes de Aplicaciones Unidos de la República Argentina (A.C.A.U.R.A.), que reúne a trabajadores de distintas provincias. Según informaron, el principal pedido pasa por mejoras en las tarifas y los incentivos, que consideran insuficientes para sostener la actividad en un contexto económico marcado por la inflación y la pérdida de ingresos.
Inseguridad y falta de respuestas
Otro de los ejes centrales de la protesta es la demanda de mayor seguridad. Los choferes aseguran que se enfrentan a situaciones de riesgo cotidianas —robos, violencia e incluso agresiones durante los viajes— y cuestionan que las empresas no brinden soluciones concretas ni acompañamiento frente a esos episodios.
“Queremos que nuestra voz se escuche, que se respeten nuestros derechos y que se reconozca la importancia del servicio que prestamos”, expresaron desde la agrupación a través de un comunicado difundido en redes sociales.
Impacto en La Plata
En la capital bonaerense, la medida promete tener una alta adhesión, ya que gran parte de los choferes confirmó que desconectará las aplicaciones durante las cuatro horas del apagón. Esto podría generar complicaciones para usuarios que dependen de estas plataformas para moverse en la ciudad y también dejar sin ingresos a quienes trabajan exclusivamente de esta actividad.
Un llamado al sector y a las autoridades
Los choferes plantean que el apagón es una forma de mostrar la unidad del sector y de presionar para que se reconozcan sus reclamos. En ese sentido, consideran que tanto las empresas como el Estado tienen que dar respuestas para garantizar condiciones de trabajo más justas y seguras.
En La Plata, donde el uso de aplicaciones de transporte creció en los últimos años como complemento del servicio público, la medida busca instalar el debate sobre la precariedad laboral de quienes sostienen diariamente el servicio.