El PRO y la UCR lograron reagruparse en Diputados con un nuevo interbloque de 22 miembros junto al MID, recreando la marca Cambiemos. La movida busca disputar la tercera fuerza con Provincias Unidas, que también reúne 22 legisladores y es encabezada por la santafesina Gisela Scaglia. La pulseada inmediata es por la vicepresidencia tercera de la Cámara Baja
Tras el duro golpe electoral de octubre, los bloques del PRO y la UCR se reagruparon en Diputados y, junto al MID, conformaron un interbloque de 22 legisladores. La jugada reedita la marca Cambiemos, con la intención de recuperar peso político en un escenario dominado por La Libertad Avanza y Fuerza Patria, las dos primeras minorías.
Entre los referentes se destacan Karina Banfi y el santacruceño Juan Carlos Garrido, quienes aportan territorialidad y volumen político.
La pulseada por la tercera fuerza
El nuevo interbloque se enfrenta directamente con Provincias Unidas, espacio también de 22 diputados que reúne a dirigentes de distintas provincias y partidos como la Coalición Cívica y Encuentro Federal. Conducido por la santafesina Gisela Scaglia, exvicegobernadora de Maximiliano Pullaro, este bloque propone una agenda federal centrada en la producción, la industria y la obra pública.
La disputa inmediata entre ambos espacios es por la vicepresidencia tercera de la Cámara de Diputados, un cargo clave en la dinámica parlamentaria.
Provincias Unidas: agenda federal y productiva
El interbloque Provincias Unidas se presentó como un espacio “federal y republicano”, con énfasis en la gestión de los gobiernos provinciales y en reformas estructurales para impulsar el campo, la energía, la minería y la inversión.
Su armado busca representar a los gobernadores y convertirse en un contrapeso frente a las fuerzas nacionales.
Un Congreso fragmentado y negociador
La recreación de Cambiemos y la irrupción de Provincias Unidas reflejan la fragmentación política que atraviesa la Cámara Baja. Con La Libertad Avanza como primera minoría y Fuerza Patria como segunda, la tercera fuerza será decisiva en cada votación. La disputa por la vicepresidencia tercera anticipa un Congreso donde las negociaciones serán permanentes y donde los bloques medianos podrán inclinar la balanza.
