El debate por el nuevo Código de Ordenamiento Urbano (COU) abrió un escenario de fuerte tensión en La Plata. Mientras organizaciones vecinales denuncian que la reforma urbana avanza sin participación ciudadana, arquitectos y pymes del sector constructor rechazan la suspensión temporal de algunos trámites de obra. En ambos frentes, la preocupación apunta al impacto que tendrá el nuevo plan urbanístico en los barrios y en la actividad económica local.
Vecinos y organizaciones alertan por mayor densificación y pérdida de áreas verdes
Colectivos vecinales y agrupaciones ambientalistas presentaron un documento al intendente Julio Alak y al Concejo Deliberante para exigir que se frene el tratamiento del nuevo COU. Señalan que la iniciativa se redactó sin instancias reales de consulta pública y que promueve un modelo urbano con más altura, más densidad y menos verde.
Las críticas se centran en el Eje Norte, donde el proyecto permitiría construir edificios de cuatro pisos en zonas residenciales y torres de seis niveles sobre el Camino Centenario. Según los vecinos, esto alteraría la identidad paisajística de la zona y agravaría problemas ya existentes, como el tránsito en horas pico.
En City Bell, Gonnet y Villa Elisa, advierten que la mayor densidad edilicia saturaría los servicios públicos, afectaría áreas de preservación y aceleraría la pérdida de identidad barrial. También señalan falencias en zonas como Gorina, donde la expansión de barrios privados ya genera graves problemas de conectividad no contemplados en el nuevo código.
Riesgo hídrico: un punto crítico sin respuesta en el nuevo COU
Las organizaciones subrayan un aspecto sensible para la ciudad: la gestión del riesgo hídrico, un punto que debería ser central desde la inundación de 2013. Alejandro Albano, referente de la Asamblea de Inundados, advirtió que La Plata “no está preparada para soportar más edificaciones sin servicios asociados” y cuestionó que el proyecto priorice la expansión urbana sin un diagnóstico actualizado sobre drenajes, cuencas y capacidad del sistema pluvial.
También remarcan que el COU concentra el crecimiento urbano en el norte, dejando de lado al sur y al oeste, donde persisten déficits de infraestructura básicos.
Por estas razones, exigen audiencias públicas con especialistas, funcionarios y vecinos, y piden que el proyecto sea retirado del Concejo para iniciar una discusión amplia y transparente.
El decreto municipal que frenó obras y encendió el enojo del sector
Mientras avanzan los reclamos vecinales, el sector de la construcción sumó críticas. El Municipio dispuso un decreto que suspende por 30 días la tramitación de expedientes vinculados a subdivisiones de suelo y proyectos de vivienda multifamiliar. La medida afecta especialmente a los desarrollos que superan los parámetros previstos para el nuevo COU.
El Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires (CAPBA 1) calificó la resolución como “inexplicable” y aseguró que el Municipio paraliza la actividad “como si el código ya estuviera aprobado”. La entidad recordó que el sector viene de un año marcado por trabas administrativas, falta de designaciones y normativa poco clara.
Por su parte, Apymeco advirtió que la suspensión provoca pérdidas económicas, reducción del empleo y un aumento del riesgo de construcción informal. También señalaron que la decisión entorpece procesos de planificación urbana en marcha y genera mayor incertidumbre entre las pymes.
La respuesta del Municipio: “es una medida precautoria”
Desde la Municipalidad aclararon que la Dirección de Obras Particulares funciona con normalidad y que la suspensión alcanza únicamente a las torres que exceden los límites del proyecto en debate. El Ejecutivo sostiene que se trata de una herramienta “precautoria” para evitar conflictos jurídicos mientras el Concejo define los nuevos parámetros urbanísticos.
Aun así, tanto arquitectos como empresarios coinciden en que la medida profundiza la inestabilidad del sector y dificulta la previsibilidad necesaria para sostener la actividad.


