La discusión sobre el futuro del servicio de taxis vuelve a instalarse en la agenda del Concejo Deliberante de La Plata. En un contexto económico que golpea fuerte al sector, un proyecto impulsado por Unión por la Patria busca frenar por un año la renovación obligatoria de los autos modelo 2010, 2011 y 2012, que deberían dejar de circular este año.
La iniciativa, presentada por el concejal Cristian Vander, apunta a que esos vehículos puedan seguir prestando servicio hasta el 31 de diciembre de 2026. La decisión no es menor: para un sector donde los ingresos vienen en caída y los costos operativos no dejan de subir, las inversiones para renovar unidades resultan prácticamente inaccesibles. El expediente replica lo que ya ocurrió con los remises, que lograron un cambio en su propia ordenanza y ahora tienen tiempo hasta 2027 para reemplazar sus autos.
Si el Concejo aprueba la propuesta, la prórroga permitiría alivianar la presión económica sobre cientos de titulares, muchos de los cuales aseguran que el recambio hoy es imposible de afrontar. “Extiéndase la prórroga por el término de 12 meses… para aquellos propietarios de habilitaciones cuyos vehículos correspondan a los modelos 2010, 2011 y 2012”, plantea el artículo central del proyecto.
Una actividad que no logra recuperar volumen
En los fundamentos, Vander describe un panorama crítico que no sorprende a quienes circulan a diario por la ciudad: menos viajes, caída del poder adquisitivo, inflación persistente y la competencia irregular de las aplicaciones digitales. Para los taxistas, el combo se traduce en recaudaciones cada vez más bajas.
A esto se suman los costos de mantenimiento, combustible, seguros y repuestos, que aumentaron muy por encima del ritmo de los ingresos. En algunos casos, los valores para adquirir una unidad nueva o seminueva superan cualquier margen de rentabilidad posible para el sector. Muchos conductores señalan que, aun trabajando jornadas extensas, el margen apenas alcanza para cubrir gastos fijos.
¿Qué se espera del debate?
El proyecto será tratado en las próximas sesiones ordinarias del Concejo Deliberante. En el oficialismo local reconocen que el planteo genera consenso en parte del cuerpo debido a la situación económica del sector, aunque la discusión podría incluir exigencias vinculadas a controles, seguridad y calidad del servicio. En un mercado tensionado, la renovación del parque automotor se cruza con la necesidad de sostener fuentes de trabajo y garantizar un servicio que sigue siendo esencial para miles de platenses que lo utilizan diariamente.
Vander sostiene que la prórroga “busca acompañar a las y los trabajadores, garantizar la continuidad de la actividad y reconocer el valor de una labor que implica gran responsabilidad”. Un debate que, más allá de números y plazos, vuelve a poner en primer plano las dificultades de una actividad que intenta sobrevivir en un escenario económico que no da respiro.


