En un acto en apoyo al candidato peronista Martín Ascúa, la expresidenta cuestionó su posible proscripción, respaldó a Axel Kicillof y llamó a la unidad del peronismo de cara a las elecciones de 2025, en un mensaje que encendió a la militancia.
En un acto cargado de simbolismo y fervor militante, Cristina Fernández de Kirchner irrumpió en la escena política de Corrientes para respaldar la candidatura a gobernador de Martín “Tincho” Ascúa, intendente de Paso de los Libres, en un evento del Partido Justicialista (PJ) realizado en el Anfiteatro Carlos Gomes. La expresidenta aprovechó el escenario para enviar un mensaje contundente al Poder Judicial y al periodismo oficialista, desafiando las acusaciones en su contra: “Dicen que estoy derrotada, acabada. Si estoy así, ¿por qué no me dejan competir y me derrotan políticamente? A ver, dale, mirá cómo tiemblo”.
Sus palabras, pronunciadas con la vehemencia que caracteriza sus intervenciones, encendieron a la militancia y marcaron la agenda política del día, resonando en redes sociales y medios nacionales.
El acto, que tuvo lugar este sábado 7 de junio, no solo sirvió para alinear al PJ correntino detrás de Ascúa, sino también para que Cristina reafirmara su rol como líder del peronismo y diera un guiño a las internas bonaerenses, mencionando al gobernador Axel Kicillof en un contexto de tensiones con su hijo, Máximo Kirchner. La jornada, que combinó estrategia electoral con una defensa frontal de su figura, dejó en claro que CFK no está dispuesta a ceder terreno frente a lo que denuncia como una persecución judicial.
Un respaldo clave en Corrientes
Cristina llegó a Paso de los Libres para impulsar la candidatura de Ascúa, un dirigente peronista que busca desafiar el dominio de Gustavo Valdés, el gobernador radical alineado con la UCR nacional. En un contexto donde el peronismo correntino históricamente ha enfrentado dificultades para consolidarse, la presencia de la expresidenta fue un intento de galvanizar a la militancia y unificar al PJ detrás de un proyecto competitivo para las elecciones de 2025. “Nuestra obligación es la de volver a organizarnos”, afirmó Cristina, subrayando la necesidad de fortalecer la estructura partidaria en la provincia.
El acto, que reunió a cientos de militantes, tuvo un tono combativo. Ascúa, respaldado por Cristina, destacó su gestión como intendente y su compromiso con un peronismo “que defienda a los trabajadores y los más humildes”. La expresidenta, por su parte, no solo elogió al candidato, sino que también aprovechó para conectar la lucha local con el escenario nacional, criticando las políticas del gobierno de Javier Milei. “Este modelo económico está dejando a miles sin trabajo ni futuro”, señaló, según reportes de medios como DataDiario y Clarín.
Un desafío al Poder Judicial
El momento más álgido del discurso llegó cuando Cristina abordó su situación judicial. Enfrentada a múltiples causas, que ella y sus seguidores califican como “lawfare”, la expresidenta desafió directamente a quienes buscan su proscripción: “Si estoy acabada, ¿por qué no me dejan competir y me derrotan políticamente? Mirá cómo tiemblo”. La frase, que rápidamente se viralizó en plataformas como X, fue interpretada como una respuesta a los sectores judiciales y mediáticos que, según ella, intentan sacarla del juego político.
Un guiño a Kicillof en medio de la interna
En un guiño a las tensiones internas del peronismo bonaerense, Cristina dedicó parte de su discurso a respaldar a Axel Kicillof, en un momento en que su hijo, Máximo Kirchner, ha cuestionado públicamente la estrategia electoral del gobernador, particularmente su intención de desdoblar las elecciones legislativas de 2025. “Axel está haciendo un gran trabajo en la provincia, defendiendo a los bonaerenses en un contexto muy difícil”, señaló Cristina, en lo que muchos interpretaron como un intento de apaciguar los roces entre La Cámpora y el kicillofismo.
Las declaraciones de Máximo, quien días atrás criticó el desdoblamiento electoral como una “estrategia de salvación personal”, habían generado revuelo en el peronismo. Cristina, consciente de la necesidad de unidad, buscó tender puentes, destacando el rol de Kicillof como un pilar del proyecto peronista. Sin embargo, su llamado a la organización y a “no ir en listas separadas” resonó como un eco de las palabras de su hijo, dejando entrever que la unidad sigue siendo un desafío en el horizonte electoral.
Un mensaje para 2025
La presencia de Cristina en Corrientes no fue solo un acto de campaña local, sino una señal clara de su intención de mantenerse como una figura central en la estrategia del peronismo de cara a las legislativas de 2025. Su reciente confirmación como candidata a diputada por la Tercera Sección Electoral, según posteos en X, refuerza su decisión de volver al ruedo electoral, desafiando las presiones judiciales y mediáticas. “No me van a callar, no me van a proscribir”, afirmó, en un mensaje que conectó directamente con la militancia.
El acto también coincidió con otro episodio de alta tensión en el peronismo: la detención de Juan Grabois tras la ocupación del Instituto Juan Domingo Perón en Recoleta, un hecho que Cristina no mencionó directamente, pero que añadió un trasfondo de resistencia al evento. La combinación de estos sucesos –la organización en La Plata, la detención de Grabois y la aparición de Cristina en Corrientes– refleja un peronismo en estado de alerta, dispuesto a dar batalla en múltiples frentes.
Un peronismo en resistencia
El discurso de Cristina en Paso de los Libres no solo consolidó el respaldo a Ascúa, sino que también reafirmó su liderazgo en un momento crítico para el peronismo. En un contexto de crisis económica y polarización política, su mensaje de organización y resistencia resonó con fuerza entre los militantes, que ven en ella una figura capaz de articular una oposición sólida frente al gobierno de Milei.
Las palabras de Cristina, cargadas de ironía y desafío, no solo apuntaron al Poder Judicial, sino también al oficialismo y a los sectores mediáticos que, según ella, buscan deslegitimarla. “Mirá cómo tiemblo”, ironizó, dejando claro que su presencia en la arena política sigue siendo un factor de peso. Mientras el peronismo se prepara para las batallas electorales de 2025, el acto en Corrientes marcó un hito en la estrategia de un movimiento que, entre internas y desafíos, busca recuperar terreno y defender su legado.
