Con una campaña nacionalizada, alianzas tácticas con el PRO y candidatos disruptivos, Javier Milei lanzó su ofensiva electoral en territorio bonaerense. ¿Puede quebrar el dominio histórico del kirchnerismo en la provincia más poblada del país? Un análisis profundo de su estrategia y sus apuestas clave.
La campaña de Javier Milei en la Provincia de Buenos Aires no es una improvisación ni una réplica de su estilo nacional. Es una operación política cuidadosamente diseñada para disputar el bastión histórico del peronismo con una narrativa disruptiva, una estética provocadora y una alianza estratégica con sectores del PRO. Si estás intentando entender cómo planea el Presidente avanzar en territorio bonaerense, este análisis te ofrece una radiografía completa de su estrategia.
Nacionalización del discurso: Milei como eje de la campaña
Aunque las elecciones del 7 de septiembre son provinciales, Milei decidió nacionalizar el debate. En lugar de centrar la discusión en temas locales, el Presidente busca instalar una narrativa de confrontación directa con el kirchnerismo, encarnado en Axel Kicillof y Fuerza Patria. El lema elegido —“Kirchnerismo Nunca Más”— no es casual: replica la tipografía del informe de la CONADEP, generando una fuerte carga simbólica que tensiona la memoria democrática.
Este enfoque busca que cada voto en la provincia sea leído como un respaldo o rechazo al proyecto libertario nacional. Así, Milei se convierte en el protagonista de una elección en la que ni siquiera figura en la boleta, pero sí en cada acto, cada imagen y cada mensaje.
Alianzas con el PRO: una coalición táctica
La Libertad Avanza no compite sola. En Buenos Aires, Milei selló una alianza con el PRO, integrando figuras como Patricia Bullrich, Cristian Ritondo y José Luis Espert en la foto de lanzamiento de campaña. Todos vistieron buzos violetas con el logo de LLA, reforzando la idea de un frente unificado.
Esta coalición tiene un objetivo claro: arrebatarle al peronismo la mayoría en la Legislatura bonaerense. Para lograrlo, se distribuyeron candidatos en las ocho secciones electorales, con nombres como Diego Valenzuela, Natalia Blanco y Maximiliano Bondarenko, este último designado para competir directamente contra la vicegobernadora Verónica Magario.
Territorialidad selectiva: presencia estratégica en distritos clave
Milei no recorrerá toda la provincia, sino que se enfocará en distritos específicos del conurbano y el interior bonaerense. La campaña comenzó en Villa Celina, en La Matanza, uno de los territorios más adversos para el oficialismo libertario. La elección del lugar fue deliberada: mostrar que el Presidente está dispuesto a disputar el corazón del poder peronista.
Además, se prevé que ministros como Patricia Bullrich y Sandra Pettovello acompañen a los candidatos en actos locales, reforzando la presencia nacional en cada rincón de la provincia.
Seguridad como eje temático: el caso Bondarenko
Uno de los pilares discursivos de la campaña es la seguridad. Para reforzar ese mensaje, Milei eligió como candidato en la Tercera Sección Electoral al excomisario Maximiliano Bondarenko, con experiencia en Florencio Varela. Aunque su nivel de conocimiento es bajo (79%), su perfil encaja con la narrativa de orden y mano dura que busca instalar el oficialismo.
Este enfoque responde a una lectura precisa del electorado bonaerense, donde la inseguridad figura entre las principales preocupaciones. La apuesta es que el discurso de seguridad, combinado con la crítica al “curro de los derechos humanos”, movilice a sectores desencantados con el peronismo.
Polarización con Kicillof: el rival elegido
La estrategia libertaria no apunta a competir contra todos, sino a concentrar el fuego en un adversario: Axel Kicillof. El gobernador bonaerense es presentado como el símbolo del kirchnerismo que Milei busca erradicar. La campaña no se construye sobre propuestas, sino sobre antagonismos. “La campaña propositiva no mueve a nadie a votar”, afirman desde el entorno presidencial.
Este tipo de polarización busca consolidar el voto duro libertario y atraer a sectores del electorado que rechazan al kirchnerismo, incluso si no se identifican plenamente con Milei.
Objetivo legislativo: consolidar poder en el Congreso
Más allá de la disputa provincial, la estrategia bonaerense tiene un objetivo nacional: fortalecer la representación de La Libertad Avanza en el Congreso. El acuerdo con el PRO incluye un compromiso de trabajo conjunto hasta 2027 para impulsar la agenda de reformas del Presidente.
La elección del 7 de septiembre es vista como una antesala de los comicios nacionales del 26 de octubre. Por eso, cada banca ganada en la Legislatura bonaerense es también una pieza en el tablero nacional.
¿Puede Milei ganar en Buenos Aires?
La elección en la Provincia de Buenos Aires será una prueba de fuego para el proyecto libertario. El terreno es hostil, el peronismo conserva estructuras territoriales sólidas y los candidatos de LLA aún son poco conocidos. Sin embargo, la campaña disruptiva, la alianza con el PRO y la nacionalización del discurso podrían generar un impacto inesperado.
La pregunta que queda abierta es: ¿logrará Milei convertir su figura en votos concretos en el bastión peronista?