Miércoles 26 de noviembre de 2025
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Cuestionamientos al Indec por cambios que evitaron admitir una recesión

El Indec volvió a quedar bajo la lupa tras difundir el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de septiembre. El organismo que conduce Marco Lavagna corrigió sin explicaciones los datos de julio y agosto y logró que el tercer trimestre cierre con un pequeño avance, esquivando así lo que varios analistas ya daban por sentado: la entrada formal en recesión técnica.

El dato oficial mostró un crecimiento mensual del 0,5% en septiembre, un número bastante más optimista que las proyecciones de consultoras privadas, que esperaban una baja de entre 0,1% y 0,3%. Pero lo que realmente encendió las alarmas no fue la variación de septiembre, sino la inesperada revisión al alza de los meses previos: julio pasó de -0,1% a +0,1% y agosto, de 0,3% a 0,7%.

Con esos ajustes, el acumulado del tercer trimestre quedó en terreno positivo y evitó que, al combinarse con la caída del segundo trimestre, se configurara la recesión técnica que anticipaban la mayoría de los economistas. En otras palabras, el Gobierno logró eludir un título que hubiera pesado en plena campaña nacional.

Ese escenario resulta llamativo, especialmente porque el período julio-septiembre fue uno de los más afectados por la volatilidad electoral y la caída del consumo, un contexto que también golpeó a comercios y pymes de La Plata. Sin embargo, según el Indec, la actividad logró sostenerse gracias a un puñado de sectores muy específicos.

Un rebote apoyado en la intermediación financiera

El informe oficial marca que la actividad creció 5% interanual y 0,5% en la medición desestacionalizada. Pero el impulso no provino de la producción real, sino del sistema financiero. La intermediación financiera registró un inusual avance del 39,7% interanual y fue la mayor contribuyente al crecimiento mensual, aun cuando los principales bancos informaron pérdidas en sus balances.

También se destacaron actividades inmobiliarias (+5%) y explotación de minas y canteras, que junto con el sector financiero explicaron más del 45% del crecimiento total, según la consultora ACM. La pesca sorprendió con un salto interanual del 58,2%, el más alto entre todas las ramas.

ACM atribuyó parte del avance financiero al aumento de préstamos al sector privado, que crecieron por encima de los niveles de 2024. Sin embargo, esto contrasta con la realidad de otros sectores relevantes para la economía productiva.

La industria sigue en caída y arrastra el promedio

El costado menos visible del informe —y uno de los más sensibles para regiones como La Plata— es la persistente caída industrial. El sector retrocedió 1% en septiembre, mientras que la administración pública cayó 0,7%. Ambas ramas restaron casi 0,2 puntos al EMAE mensual.

ACM advierte que varios sectores con alto peso relativo mostraron un desempeño “menos dinámico”, un dato que contrasta con el optimismo que pretende reflejar el informe general.

Metodologías cuestionadas y un clima de dudas internas

La corrección de los datos del EMAE se suma a las tensiones que ya arrastra el Indec por los indicadores de inflación y pobreza. Lavagna mantiene sin actualizar las canastas de referencia y todas las mediciones privadas que sí utilizan metodologías actualizadas arrojan cifras superiores a las oficiales.

Las nuevas metodologías están listas, pero el organismo decidió no implementarlas en año electoral. En agosto, la salida de funcionarios clave que medían inflación y pobreza reavivó el debate sobre la transparencia estadística.

Crecimiento real o efecto arrastre

Otro punto que señalan las consultoras es que buena parte del crecimiento interanual proviene de comparar con un 2024 muy débil. Es decir, los números lucen más robustos por el piso bajo del año pasado que por una mejora concreta de la actividad. ACM lo sintetiza con claridad: los datos “siguen mostrando signos positivos en la comparación promedio interanual, dada la baja base de comparación”.

Para la economía platense —muy vinculada al sector público, la construcción y los servicios— el informe plantea un doble desafío: por un lado, un rebote estadístico que se sostiene en sectores con poco impacto directo en la producción local; por el otro, una industria que no encuentra un piso y condiciona el empleo y el movimiento comercial.

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