En una reunión de urgencia en la sede del PJ, figuras como Sergio Massa, Juan Grabois y José Mayans definieron una gran movilización para respaldar a Cristina Kirchner el día de su entrega en Comodoro Py. ¿Podrá el peronismo mostrar su fuerza en las calles ante la condena de la expresidenta?
En un contexto de alta tensión política tras la ratificación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad, el Partido Justicialista (PJ) y sus aliados se reunieron de urgencia este jueves en la histórica sede de la calle Matheu 130, en el barrio porteño de Balvanera, para definir una estrategia conjunta frente a lo que califican como un «acto antidemocrático».
La reunión, encabezada por el vicepresidente primero del PJ, José Mayans, en ausencia de la expresidenta, contó con la presencia de figuras clave como Sergio Massa, Juan Grabois, Guillermo Moreno, y representantes de la CGT, entre otros. El objetivo central: organizar una gran marcha de respaldo a Cristina Kirchner para el próximo miércoles, día en que la exmandataria debería presentarse en los Tribunales de Comodoro Py para cumplir con su detención, según fuentes cercanas al peronismo.
Un encuentro marcado por la unidad y la resistencia
La cumbre, que comenzó pasadas las 16:00, reunió a un amplio espectro del peronismo, incluyendo a Máximo Kirchner, Ricardo Quintela, Mayra Mendoza, Jorge Capitanich, y representantes de partidos provinciales conectados vía virtual. La ausencia de Cristina Kirchner, recluida en su departamento en el barrio de Constitución tras la confirmación de su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para cargos públicos, no impidió que su figura dominara el encuentro. «No se trata solo de Cristina. Esto es contra todo lo que represente un modelo nacional y popular», afirmó uno de los asistentes, reflejando el tono combativo de la reunión.
José Mayans, quien asumió la conducción del encuentro, fue contundente al ingresar a la sede: «Estamos en desacuerdo total con la decisión de la Corte. La condenaron sin ningún tipo de argumentos». Sus palabras resonaron entre los presentes, quienes ven en el fallo un intento de proscripción política que afecta no solo a la expresidenta, sino a la democracia misma.
La marcha: una movilización masiva para el miércoles
Uno de los puntos centrales de la agenda fue la planificación de una gran caravana de apoyo a Cristina Kirchner, programada para el próximo miércoles, cuando se espera que la expresidenta se presente en Comodoro Py. Según un post en X, la dirigencia peronista apuesta a que Cristina aguardará hasta el último día del plazo establecido por el tribunal para cumplir con la orden judicial, maximizando así la convocatoria. La movilización busca ser un mensaje contundente de unidad y resistencia frente a lo que el PJ considera un «cepo al voto popular».
La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, adelantó en declaraciones a Futuröck que «hasta que Cristina no esté en su casa, habrá diferentes manifestaciones en todo el país». Estas protestas, coordinadas desde el PJ, contarán con el apoyo de organizaciones sociales, sindicatos afines como la CGT, y movimientos como La Cámpora, que ya han convocado a concentraciones en la sede de Matheu y en las inmediaciones del domicilio de Kirchner en Constitución.
Figuras clave y el llamado a la unidad
La presencia de Sergio Massa, líder del Frente Renovador, fue uno de los puntos destacados del encuentro. Acompañado por Alexis Guerrera, presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Massa llegó pasadas las 17:30 y enfatizó la necesidad de «la unidad del peronismo para enfrentar a Milei y reconstruir el país». Su mensaje buscó tender puentes entre las diferentes corrientes del movimiento, en un momento donde las internas, como la tensión con Axel Kicillof –quien no asistió a la cumbre–, podrían debilitar la estrategia electoral.
Juan Grabois, referente de Patria Grande, también tuvo un rol protagónico. En un mensaje publicado en X el pasado 10 de junio, calificó la condena como una «ruptura del orden constitucional» y convocó a las fuerzas populares a movilizarse en defensa de la democracia. Su presencia en la reunión, junto a Guillermo Moreno, exsecretario de Comercio, y Alejandro «Topo» Rodríguez, de la Corriente Federal Peronista, evidenció el esfuerzo por articular una red amplia que trascienda el aparato formal del PJ.
Reorganización en un año electoral
El encuentro no solo se centró en el respaldo a Cristina, sino también en la reorganización del peronismo de cara a las elecciones legislativas de 2025, con un cronograma ajustado en la provincia de Buenos Aires, donde las listas deben presentarse en 30 días. La condena de Kirchner, que la inhabilita para cargos públicos, obliga al PJ a redefinir su estrategia electoral sin su principal figura. En este contexto, la ausencia de Kicillof, quien organiza una reunión paralela con gobernadores peronistas, generó especulaciones sobre posibles fracturas, aunque desde su entorno aclararon que no recibió una invitación formal.
El PJ emitió un comunicado oficial calificando el fallo de la Corte Suprema como un «hecho de gravedad institucional» que «daña profundamente la credibilidad de las instituciones argentinas». En este sentido, el partido llamó a la militancia a «pelear por dejar atrás la Argentina de la proscripción» y a construir una alternativa al modelo de Javier Milei, al que acusan de llevar al país a una «gran crisis».
La vigilia en Constitución y el pulso en las calles
Mientras los dirigentes debatían en Matheu, en las inmediaciones del departamento de Cristina Kirchner en Constitución, militantes de agrupaciones como La Cámpora, Patria Grande, y sindicatos como La Bancaria mantenían una vigilia constante. Banderas, bombos y cánticos con consignas como «Fuerza Cristina» y «No al lawfare» tiñeron las calles, reflejando el fervor de una base que se siente agraviada por el fallo judicial. La movilización del próximo miércoles promete ser una extensión de este apoyo, con columnas provenientes de distintos puntos del Conurbano, lideradas por figuras como Jorge Ferraresi y Mario Secco.
Un mensaje al país y al poder
La cumbre del PJ no solo fue un espacio para coordinar acciones de respaldo, sino también una señal de fortaleza política en un año electoral clave. La condena a Cristina Kirchner, ratificada por la Corte Suprema, ha galvanizado al peronismo, que busca transformar la indignación en acción colectiva. Como afirmó Alejandro «Topo» Rodríguez, «con proscripción no hay democracia». La marcha del próximo miércoles será, sin duda, un termómetro del poder de convocatoria del peronismo y un mensaje claro al poder judicial y al gobierno de Milei: el movimiento no se resigna.
En un escenario donde las instituciones están bajo escrutinio, el PJ apuesta a la calle como espacio de resistencia. La pregunta que queda es si esta unidad logrará consolidarse más allá de la emergencia, o si las tensiones internas volverán a fragmentar al peronismo en un momento crítico para su futuro. Por ahora, todas las miradas están puestas en el próximo miércoles, cuando Cristina Kirchner enfrente su destino judicial acompañada por una marea de militantes.
