Docentes, no docentes y estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata protagonizan una masiva movilización hacia el Congreso Nacional en rechazo al veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. La tercera Marcha Federal Universitaria vuelve a poner a la educación pública en el centro del debate político y social.
Desde temprano, la ciudad de La Plata se convirtió en un hervidero de consignas, banderas y cánticos. Las columnas universitarias partieron desde la emblemática estación de trenes de 1 y 44, mientras micros organizados por gremios y centros de estudiantes completaban el operativo de traslado hacia la Plaza de los Dos Congresos. La consigna que unificó la jornada fue clara: “Nuestro futuro no se veta”.
La comunidad de la UNLP se sumó a la convocatoria nacional impulsada por gremios docentes como CONADU, CONADU Histórica, FEDUN y FATUN, junto a la Federación Universitaria Argentina (FUA) y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). La movilización coincidió con la sesión especial en la Cámara de Diputados, donde se debate el rechazo al veto presidencial y la Ley de Emergencia Pediátrica para el Hospital Garrahan.
El veto que encendió la mecha
El presidente Javier Milei vetó el 10 de septiembre la Ley de Financiamiento Universitario, que había sido aprobada por amplia mayoría en ambas cámaras.
La normativa proponía actualizar el presupuesto de las universidades públicas, recomponer salarios docentes y no docentes, y fortalecer becas e investigación.
El decreto presidencial argumentó que la ley implicaría un gasto superior a un billón de pesos y pondría en riesgo la estabilidad fiscal. Sin embargo, los gremios universitarios denuncian un “ahogo presupuestario” que afecta el funcionamiento de las casas de estudio y la permanencia estudiantil.
Educación pública en el centro del debate
La Marcha Federal Universitaria de esta tarde es la tercera en lo que va del gobierno de La Libertad Avanza. La UNLP, junto a otras universidades del país, volvió a ocupar un rol protagónico en la defensa de la educación pública, en un contexto de ajuste presupuestario y caída real del 30% en los gastos de educación superior respecto a 2023.
Mientras Diputados busca reunir los dos tercios necesarios para rechazar el veto, la presión social se multiplica en las calles. Si se logra revertir el veto, el proyecto deberá pasar al Senado, donde aún no hay certezas sobre su aprobación definitiva.
“Defender la universidad pública es defender el futuro”
La frase se repitió como mantra entre los manifestantes que partieron desde La Plata. La marcha no solo fue una expresión de rechazo al veto, sino también una afirmación colectiva del valor de la universidad pública como motor de inclusión, conocimiento y desarrollo territorial.
La UNLP, con su histórica tradición de compromiso social, volvió a demostrar que no es ajena a los debates que atraviesan al país. En una jornada marcada por la unidad interclaustro, la comunidad universitaria reafirmó que la educación pública no es un gasto, sino una inversión estratégica para el futuro argentino.