Susana González lanzó un duro llamado interno para que el peronismo bonaerense deje atrás las divisiones y apoye sin fisuras al gobernador Axel Kicillof. En un mensaje contundente, criticó a quienes cuestionan la gestión oficialista y advirtió que la unidad debe ser de gobierno, no solo electoral.
La diputada bonaerense Susana González, cercana al gobernador Axel Kicillof, encendió la interna del peronismo al pedir una “depuración” dentro del espacio y criticar duramente a sectores que, según ella, actúan como oposición al propio gobierno provincial. En una serie de declaraciones recientes, González cuestionó la falta de autocrítica y las actitudes de compañeros que, a su juicio, obstaculizan la consolidación de un proyecto político claro y la unidad real del peronismo en Buenos Aires.
González apuntó directamente contra legisladores del kirchnerismo más duro, como los vinculados a La Cámpora, a quienes acusó de querer que la gestión de Kicillof “le vaya mal” y de actuar como si fueran oposición dentro del oficialismo. Sin mencionar nombres, criticó la ausencia de figuras clave en debates legislativos y la falta de apoyo a iniciativas del gobernador, como la suspensión de las PASO y la organización electoral, que generaron tensiones internas.
En su análisis, la diputada defendió el liderazgo de Cristina Kirchner, a quien calificó con respeto y admiración, pero dejó en claro que la unidad peronista no puede ser solo un frente electoral para ganar elecciones, sino que debe traducirse en una consolidación de gobierno y en debates profundos sobre el modelo político y social que se quiere impulsar en la provincia. Advirtió que la falta de debate y síntesis ha generado fragmentaciones prácticas dentro del espacio, y criticó a quienes creen tener siempre la razón y anteponen intereses personales al proyecto colectivo.
Además, González sostuvo que la unidad del peronismo bonaerense no es garantía de éxito si no va acompañada de una gestión coherente y advirtió que tanto ir juntos como separados tendrá consecuencias, pero que la unidad por sí sola no ha dado resultados satisfactorios en los últimos años.
Este llamado a “depurar” el peronismo y a fortalecer el liderazgo de Kicillof, en contraste con sectores que cuestionan su gestión, marca una nueva etapa de tensión interna en Unión por la Patria, donde se profundizan las diferencias entre el kicillofismo y otros sectores como el massismo y el kirchnerismo más ortodoxo. La diputada no dudó en confrontar incluso a compañeros de bloque, como Rubén Eslaiman, a quien acusó de apoyar a la oposición durante la gestión de María Eugenia Vidal y de criticar injustamente al gobernador.
