En lo que fue un voto clave, la provincia de Buenos Aires se dividió ante el acuerdo con el FMI. Mientras que de 70 diputados 38 diputados se opusieron, el oficialismo logró avanzar con 28 votos a favor. Cómo se desarrolló la tensa votación y qué significa para el futuro económico del país.
En un día marcado por la tensión política y las protestas en el exterior del Congreso, la Cámara de Diputados aprobó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que autoriza al gobierno de Javier Milei a negociar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La votación finalizó con 129 votos a favor, 108 en contra y seis abstenciones, lo que permitió al oficialismo lograr la mayoría simple necesaria para que el decreto quede firme.
En cuanto a la provincia de Buenos Aires, un total de 38 diputados votaron en contra del DNU, mientras que los bloques libertarios y del PRO acumularon 28 votos a favor del aval al Ejecutivo. Este resultado refleja la división política en la provincia más poblada del país, donde la oposición, incluyendo sectores del peronismo y la izquierda, mostraron un rechazo unánime al acuerdo.
La votación en la Cámara de Diputados fue intensa, con gritos y acusaciones cruzadas entre oficialismo y oposición. El apoyo clave para el gobierno provino de La Libertad Avanza (LLA), PRO, UCR, Coalición Cívica, y algunos sectores de Encuentro Federal, quienes respaldaron la iniciativa. Por otro lado, Unión por la Patria y sectores de la izquierda se opusieron en bloque al DNU.
Mientras tanto, miles de manifestantes se congregaron en las inmediaciones del Congreso para expresar su rechazo al acuerdo y al ajuste fiscal implementado por el gobierno de Milei. La seguridad fue reforzada con un operativo policial que incluyó vallas y controles para contener a los manifestantes.
El acuerdo con el FMI busca fortalecer las reservas del Banco Central y permitir al país reembolsar deudas pendientes. Sin embargo, la oposición cuestiona la falta de transparencia en el monto del préstamo y las condiciones del acuerdo. Con este resultado, el gobierno de Milei logró avanzar en su estrategia económica, pero enfrenta un desafío significativo en términos de aceptación social y política.