Con una votación contundente, el Senado desestimó los vetos presidenciales al financiamiento de universidades y hospitales pediátricos. La oposición logró un amplio respaldo y dejó al Gobierno en minoría. Tensión institucional y señales de desgaste político.
En una jornada cargada de tensión política, el Senado de la Nación rechazó por amplia mayoría los vetos presidenciales que afectaban el financiamiento de las universidades públicas y los hospitales pediátricos. La votación dejó en evidencia el creciente aislamiento del oficialismo, que no logró sostener sus decisiones frente a una oposición articulada y decidida a defender el gasto social.
La sesión fue seguida con atención por rectores, docentes, trabajadores de la salud y referentes de la sociedad civil, que venían alertando sobre el impacto del ajuste en áreas sensibles como la educación superior y la atención médica infantil.
Universidades y hospitales: dos bastiones en disputa
Los vetos presidenciales apuntaban a recortar partidas clave para el funcionamiento de las casas de estudio y los centros pediátricos de referencia. La respuesta del Senado fue categórica: con votos de distintos bloques, se restituyó el financiamiento y se envió un mensaje político claro al Ejecutivo.
“Estamos defendiendo el futuro de nuestros hijos y el derecho a estudiar”, expresó una senadora durante el debate. En el recinto, se escucharon críticas al modelo de ajuste y llamados a sostener el federalismo educativo y sanitario.
Señal de alerta para el oficialismo
La doble derrota legislativa representa un golpe político para el Gobierno nacional, que venía utilizando el veto como herramienta para consolidar su programa de recorte. El rechazo en el Senado no solo frena esa estrategia, sino que expone la fragilidad de sus alianzas parlamentarias.
Analistas coinciden en que este episodio podría marcar un punto de inflexión en la relación entre el Ejecutivo y el Congreso, con posibles repercusiones en futuras votaciones clave.