ADULP confirmó nuevas jornadas de protesta para agosto y septiembre, en defensa del salario y el presupuesto educativo. La Tercera Marcha Federal Universitaria será el eje de una movilización nacional que busca respaldar la Ley de Financiamiento Universitario, ya anticipadamente vetada por el Ejecutivo.
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) vuelve a ser epicentro de la protesta docente. En las últimas horas, el gremio ADULP ratificó la continuidad del plan de lucha con nuevas jornadas de paro, movilización y asambleas. Las fechas ya están definidas: 21, 22, 26 y 27 de agosto, además del 1 y 2 de septiembre. La medida se enmarca en la resolución unánime de la Federación Nacional de Docentes Universitarixs (CONADU), que busca visibilizar el conflicto salarial y presupuestario que atraviesa el sistema universitario argentino.
El malestar docente se profundiza tras el anuncio del Ministerio de Capital Humano, que presentó un esquema de aumentos por decreto —1,3% mensual entre junio y agosto— considerado insuficiente por los gremios. “No hay ningún aumento real. Lo que ofrecen es un retroactivo maquillado y un bono por única vez que no compensa la pérdida salarial acumulada”, denunció Carlos De Feo, secretario general de CONADU.
Paros escalonados y una marcha que busca marcar agenda
Las medidas de fuerza se extenderán por 48 horas cada semana, con paros rotativos, clases públicas y asambleas en todas las facultades de la UNLP. El objetivo es claro: sostener la visibilidad del conflicto y reforzar la convocatoria a la Tercera Marcha Federal Universitaria, prevista para la tercera semana de septiembre.
La movilización nacional tendrá como eje el respaldo al proyecto de Ley de Financiamiento Universitario, que propone elevar progresivamente el presupuesto hasta alcanzar el 1,5% del PBI en 2031, garantizar paritarias obligatorias y crear un fondo especial para carreras estratégicas. Sin embargo, el Poder Ejecutivo ya anticipó su veto, argumentando que la iniciativa “atenta contra el equilibrio fiscal”.
El conflicto como termómetro político
La decisión de vetar la ley, incluso antes de su tratamiento en el Senado, encendió las alarmas en el sistema universitario. Rectores, gremios y estudiantes advierten que el presupuesto 2025 presentado por el Gobierno es insuficiente y pone en riesgo la continuidad académica. Según el Consejo Interuniversitario Nacional, más de 10.000 docentes renunciaron en lo que va del año, y las obras sociales universitarias están al borde del colapso.
En este contexto, la Marcha Federal se perfila como un acto de resistencia y legitimación. “Debemos enfrentar el veto con una movilización masiva que muestre que la universidad pública no se negocia”, sostuvo De Feo.
La Plata, como en abril, volverá a marchar. Y esta vez, con la convicción de que el conflicto universitario ya no es solo gremial: es político, estructural y urgente.