El consultor ecuatoriano volvió a marcar agenda al afirmar que la política argentina ingresó en una etapa dominada por la emocionalidad digital, la participación constante y la volatilidad del electorado. En diálogo con Radio Delta, elogió el estilo disruptivo del Presidente, dio por terminado al kirchnerismo y advirtió que el radicalismo “ya no juega”. También analizó el 2025 bonaerense y dejó una puerta entreabierta para Axel Kicillof. Fuentes: declaraciones de Durán Barba en Radio Delta y análisis recientes publicados en medios nacionales
Durán Barba volvió a describir un ecosistema político en mutación acelerada. Según explicó, la ciudadanía actual “participa en todo, quiere meterse en todo” y toma decisiones más por lo que circula en su entorno —virtual o real— que por los mensajes tradicionales de campaña.
El consultor sostuvo que la política se volvió “eminentemente emotiva y frágil”, un terreno donde la atención es efímera y el aburrimiento es letal para cualquier candidato. En ese marco, destacó que el Presidente encarna un estilo disruptivo que se adapta a esta lógica de entretenimiento permanente.
“No hay un electorado fijo como antes”
Barba insistió en que las identidades políticas estables quedaron atrás. Como ejemplo, mencionó el comportamiento electoral del último año: “Milei perdió estrepitosamente en septiembre y al mes ganó cómodamente”, señaló en Delta 90.3, para ilustrar la volatilidad del voto contemporáneo.
Ese diagnóstico se proyecta también sobre la provincia de Buenos Aires, donde Axel Kicillof cerró 2025 con un triunfo contundente en las elecciones locales, pero sufrió un fuerte retroceso en las legislativas nacionales del 26 de octubre. Para Barba, ese contraste confirma que la ciudadanía ya no responde a alineamientos rígidos ni permanentes.
Cristina Kirchner y el fin de una era
El consultor fue categórico al analizar el rol de la ex presidenta. “Cristina fue”, sentenció, y definió al kirchnerismo como “la típica formación política del pasado”, incapaz de adaptarse a las nuevas lógicas de comunicación y participación que hoy moldean la agenda pública.
Según Barba, las estructuras verticales, los liderazgos cerrados y los discursos ideológicos tradicionales perdieron eficacia frente a una ciudadanía hiperconectada, emocional y cambiante.
El radicalismo, aún más relegado
La Unión Cívica Radical tampoco escapó a su diagnóstico. Barba consideró que el partido centenario “cumplió su ciclo” y que, aunque conserva dirigentes valiosos, “ya no juega” como actor relevante en la política nacional.
Su lectura coincide con análisis recientes que describen a la UCR como una fuerza con presencia territorial pero sin capacidad de incidencia estratégica en el nuevo ecosistema político.
Kicillof: críticas, pero una puerta abierta
Aunque cuestionó su estilo y su lectura del escenario, Barba no descartó un futuro político para Axel Kicillof. Aseguró que, en un contexto tan volátil, ningún dirigente puede darse por terminado si logra reconectar con las nuevas formas de participación ciudadana.
Un tablero en movimiento permanente
Las declaraciones de Durán Barba vuelven a instalar un debate central: ¿cómo se hace política en un país donde la conversación pública se define minuto a minuto en redes, donde el entretenimiento pesa tanto como las propuestas y donde las identidades partidarias se diluyen?
Para el consultor, la respuesta es clara: adaptarse o desaparecer. Y, según su mirada, varias fuerzas tradicionales ya quedaron atrás.
