El diputado libertario José Luis Espert desató un caos en la Cumbre de Comunicación Política al llamar a Florencia Kirchner «hija de una gran puta». Abucheado como «gorila» y escoltado al salir, su exabrupto sacude la política argentina y domina las redes. ¿El fin de su campaña?
Durante la Cumbre de Comunicación Política «#CongresoBA» celebrada hoy en la Universidad Católica Argentina (UCA), el diputado libertario José Luis Espert, candidato de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, fue expulsado tras lanzar un insulto misógino y despectivo contra Florencia Kirchner, hija de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Al referirse a ella como «hija de una gran puta», Espert desató una ola de abucheos, gritos de «gorila» y un repudio masivo que culminó con su salida escoltada del evento. Este incidente, que rápidamente se viralizó en redes sociales, pone en el centro del debate los límites del discurso político en Argentina y el impacto de la polarización en la esfera pública.
El Exabrupto
El episodio ocurrió durante el XVII Congreso Internacional de Comunicación Política, organizado por la Asociación Argentina de Consultoras y Consultores Políticos (ASACOP) en la UCA. Espert, conocido por su estilo provocador, participaba en un panel legislativo junto a figuras como Martín Yeza (PRO), Maximiliano Abad (UCR) y Sergio Uñac (PJ). En su intervención, el diputado recordó un tuit de 2014 donde escribió: “Flor Kirchner. ‘Parece q mi pecado es ser Kirchner’. Y sí, tesoro bonito, ser una Hija de P… Literal es jodido”. Al repetir la frase en tono burlón, asegurando que se lo había dicho directamente a Florencia Kirchner, Espert esperaba complicidad del público, pero encontró todo lo contrario.
El auditorio, compuesto por cerca de mil personas, entre estudiantes, académicos y profesionales, reaccionó con abucheos inmediatos. Gritos de «gorila» —un término que en Argentina alude a posturas antiperonistas y elitistas— resonaron en el lugar, mientras algunos asistentes exigían su retirada. Según La Política Online, el diputado intentó defenderse con ironía, preguntando “¿No gustó eso?”, pero su actitud solo intensificó el rechazo. La organización, ante la creciente tensión, decidió interrumpir su participación y Espert abandonó el recinto escoltado por seguridad, según reportes de La Nación y Minuto Uno.
Una Chispa en un Polvorín
El incidente se produce en un momento de alta tensión política, apenas un día después de que la Corte Suprema confirmara la condena de Cristina Fernández de Kirchner a seis años de prisión por administración fraudulenta en la causa Vialidad. Este fallo, celebrado por el oficialismo libertario, avivó la polarización entre el kirchnerismo y sus detractores. Espert, alineado con Javier Milei, aprovechó el contexto para lanzar su ataque, pero subestimó la sensibilidad del auditorio, que incluyó a sectores críticos de su discurso. En X, usuarios como @MauroFdz y @altoque_ok destacaron que la reacción del público refleja un hartazgo hacia la impunidad verbal de ciertos políticos, mientras que @BasesLibertad reportó el incidente en tiempo real, subrayando el malestar generalizado.
El comentario de Espert no solo fue un ataque personal contra Florencia Kirchner, sino también una afrenta indirecta a Cristina, una figura central del peronismo. El exgobernador Sergio Uñac, presente en el panel, repudió las declaraciones en X, afirmando: “Este tipo de expresiones perpetúan una cultura de odio, machismo y degradación hacia las mujeres. No hay contexto ni justificación posible”. Esta condena refleja el rechazo de sectores políticos y sociales a un discurso que cruza los límites del respeto y fomenta la violencia verbal.
Los límites del discurso político
El escándalo plantea un debate urgente sobre los límites del discurso político en un país donde la polarización ha normalizado la agresividad verbal. Espert, fiel a su estilo confrontacional, buscó provocar, pero el rechazo masivo demuestra que incluso en espacios académicos, tradicionalmente más moderados, hay una línea que no se tolera cruzar. La UCA, una institución asociada a valores conservadores, envió un mensaje claro al no respaldar las declaraciones del diputado, lo que fue interpretado por usuarios en X como un gesto de defensa de la decencia pública.
Para los estrategas de comunicación, este caso es una lección sobre los riesgos de un discurso incendiario. En un evento dedicado a la comunicación política, la ironía es que Espert, un comunicador experimentado, falló en leer a su audiencia. Su expulsión no solo daña su imagen, sino que pone en jaque la estrategia de La Libertad Avanza, que depende de ampliar su base electoral más allá de los sectores más radicalizados.
¿Cómo sigue para Espert y el Mileísmo?
Espert intentó minimizar el episodio en X, afirmando: “De casi 1.000 personas que había en el auditorio, solo unas pocas me putearon por recordar un tweet mío de hace 11 años contra la Chorra. Y nadie echó a nadie. Justo yo cerré el panel”. Sin embargo, esta narrativa contrasta con los reportes de medios y testigos, que confirman su salida escoltada. Este intento de control de daños podría no ser suficiente para mitigar el impacto en su candidatura, especialmente entre votantes moderados que podrían percibirlo como un político incapaz de dialogar sin agredir.
Para La Libertad Avanza, el incidente es un recordatorio de los desafíos de mantener un discurso provocador en un contexto electoral. Con las elecciones legislativas de octubre a la vista, Espert deberá recalibrar su estrategia para evitar que este episodio lo defina. Mientras tanto, el kirchnerismo podría capitalizar el agravio para movilizar a su base, presentando el insulto como un ataque no solo a Florencia, sino a todo su espacio político.
