Edelap volvió a encender las alarmas por el crecimiento de las maniobras ilegales vinculadas al consumo eléctrico en la región. En uno de sus operativos recientes, la empresa detectó 30 supermercados con medidores manipulados y 16 comercios de distintos rubros conectados de manera clandestina, una práctica que impacta de lleno en la calidad del servicio y que suele encarecer los costos para los usuarios que sí cumplen con las normas.
La distribuidora informó que los procedimientos se realizan de manera sostenida en toda el área de concesión —incluida La Plata y su periferia— con el objetivo de identificar irregularidades y normalizar instalaciones que representen riesgo para la comunidad. Durante la intervención, personal técnico retiró conexiones peligrosas, labró actas y realizó la normalización de los equipos adulterados.
Desde la empresa recordaron que, al constatarse un fraude eléctrico, Edelap está habilitada por normativa a cobrar retroactivamente la energía no registrada, aplicar un recargo del 40%, suspender el suministro e iniciar la correspondiente denuncia penal. Es decir, las maniobras no sólo son ilegales: también pueden derivar en causas judiciales para los responsables.
La compañía remarcó que este tipo de prácticas deterioran el servicio general porque alteran la distribución de carga, afectando a quienes pagan sus facturas y dependen de una provisión estable, en un contexto donde los cortes y la infraestructura eléctrica siguen siendo temas sensibles para la región. Además, las conexiones clandestinas generan condiciones inseguras en la vía pública, con riesgo de incendios, electrocuciones y daños materiales, algo que suele tener impacto directo en los barrios más poblados del Gran La Plata.
Edelap adelantó que evalúa avanzar penalmente contra quienes realizan o facilitan la manipulación de instalaciones eléctricas y confirmó la continuidad de los operativos, en busca de reducir estas prácticas y garantizar un suministro más confiable.
