El gobernador bonaerense apuesta a mostrar gestión y unidad peronista, mientras Javier Milei despliega una campaña de alto impacto simbólico, eslóganes provocadores y alianzas con el PRO. La batalla por Buenos Aires se convierte en el epicentro de la pulseada nacional.
La campaña electoral en la provincia de Buenos Aires entró en su fase más intensa. Axel Kicillof y Javier Milei definieron estrategias antagónicas que reflejan no solo sus modelos de país, sino también sus estilos de confrontación política. A menos de un mes de las elecciones legislativas bonaerenses, ambos líderes polarizan el escenario con narrativas que apuntan al corazón del electorado.
Kicillof: gestión, territorio y contramodelo
El gobernador bonaerense activó su campaña con recorridas por el Conurbano profundo, especialmente en la Primera y Tercera Sección Electoral. Su eje principal: mostrar logros de gestión y contrastar con el ajuste libertario. Bajo el lema “gestión, gestión y solo gestión”, Kicillof busca consolidar el voto peronista apelando a la defensa de la educación pública, la obra social y el empleo formal.
Además, su discurso se centra en denunciar el impacto del modelo económico de Milei en la vida cotidiana: caída del consumo, recesión, pérdida de changas y cierre de industrias. “Milei vino a arreglar la macro y nos desarmó la micro”, repiten sus voceros. La campaña de Fuerza Patria se presenta como una cruzada para “frenar el modelo libertario”.
Milei: eslóganes, marketing y provocación
Javier Milei, por su parte, lanzó su campaña bonaerense con una foto en La Matanza junto a los candidatos de La Libertad Avanza y del PRO. La imagen, que incluyó el eslogan “Kirchnerismo Nunca Más”, fue interpretada como una provocación simbólica y una teatralización del odio anti-K.
La estrategia libertaria se basa en apariciones quirúrgicas, alto impacto mediático y una narrativa de ruptura con el pasado. La alianza con el PRO —que incluye a Patricia Bullrich y José Luis Espert— refuerza su músculo electoral en la provincia, aunque también expone tensiones internas por el armado de listas.
En su cadena nacional, Milei propuso penalizar a legisladores que aprueben presupuestos con déficit, lo que fue calificado por Kicillof como “delirio cósmico” y “blindaje autoritario del ajuste”.
Unidad vs Odio: la batalla simbólica
La disputa en Buenos Aires trasciende lo provincial. Kicillof busca mostrar unidad peronista frente a un Milei que fagocitó al PRO y radicalizó su discurso. Mientras el gobernador recorre el territorio con tono institucional, el presidente apuesta al marketing político y la confrontación directa.
La elección del 7 de septiembre será mucho más que una contienda legislativa: será el termómetro del modelo libertario en su bastión más hostil y el escenario donde el peronismo busca resistir con gestión y territorio.