Esta alianza, que trasciende las negociaciones electorales previas, apunta a consolidar una fuerza opositora capaz de enfrentar al oficialismo de Unión por la Patria (UxP), que se encuentra debilitado por una feroz interna.
En un movimiento estratégico que busca reconfigurar el mapa político de la provincia de Buenos Aires, el PRO y La Libertad Avanza (LLA) avanzan a paso firme en la conformación de un bloque legislativo unificado en la Legislatura bonaerense. Este acuerdo, que trasciende las negociaciones electorales previas, apunta a consolidar una fuerza opositora capaz de enfrentar al oficialismo de Unión por la Patria (UxP), que se encuentra debilitado por una feroz interna. La alianza, liderada por figuras clave como Cristian Ritondo y Sebastián Pareja, promete alterar el equilibrio de poder en el principal distrito electoral del país, con miras a las elecciones legislativas de septiembre y octubre de 2025.
Un pacto forjado en Casa Rosada
Las negociaciones entre el PRO y LLA tomaron impulso tras una cumbre clave el 26 de mayo en Casa Rosada, donde la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, recibió a los referentes del PRO bonaerense, Cristian Ritondo y Diego Santilli, junto a los armadores libertarios Sebastián Pareja y Eduardo “Lule” Menem. Según fuentes cercanas, el encuentro selló el compromiso de avanzar en un frente electoral conjunto para disputarle la hegemonía a Unión por la Patria, liderada por el gobernador Axel Kicillof, en las elecciones legislativas del 7 de septiembre y 26 de octubre. “Decidimos avanzar juntos en la Provincia de Buenos Aires”, afirmó Ritondo a la salida de la reunión, destacando la voluntad de ambas fuerzas de priorizar un objetivo común: “terminar con el populismo” en la provincia.
El acuerdo no solo implica una boleta conjunta, sino también la unificación de sus bloques en la Legislatura bonaerense, donde actualmente UxP cuenta con 37 legisladores de un total de 92, lo que le otorga una posición dominante pero no absoluta. La alianza PRO-LLA busca capitalizar la fragmentación del peronismo y la creciente popularidad de las propuestas libertarias, que en las recientes elecciones porteñas lograron un 30,13% de los votos frente al 15,92% del PRO. Según una encuesta de Pulso Research, una coalición entre ambos partidos podría liderar los comicios bonaerenses, superando al kirchnerismo por un margen significativo.
Condiciones y tensiones en la alianza
El pacto no está exento de desafíos. Una de las condiciones impuestas por el PRO es que los legisladores electos por la lista conjunta se comprometan a apoyar las políticas del gobierno nacional de Javier Milei, especialmente en temas como la reducción del gasto público y las reformas económicas. Sin embargo, LLA presiona para que la unificación también implique la fusión de los bloques legislativos bajo un mismo liderazgo, una propuesta que genera resistencias en sectores del PRO que temen perder identidad. “El PRO quiere lugares en las listas, pero LLA no está dispuesto a ceder tanto espacio”, señaló una fuente libertaria, evidenciando las tensiones por el reparto de poder.
Las recientes elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, donde LLA duplicó al PRO en votos (30,13% contra 15,92%), han debilitado la posición negociadora del partido amarillo, que durante 18 años dominó la política porteña. Este resultado, sumado al destrato público de Milei hacia Jorge Macri en el Tedeum del 25 de mayo, dejó heridas que el PRO intenta sanar para no quedar relegado en la provincia. A pesar de ello, Mauricio Macri felicitó a Milei por el triunfo en CABA, un gesto que buscó recomponer la relación y allanar el camino para el acuerdo bonaerense.
Unión por la Patria: una oposición fracturada
El fortalecimiento de la alianza PRO-LLA encuentra un terreno fértil en la crisis interna de Unión por la Patria. El peronismo bonaerense, liderado por Kicillof, enfrenta divisiones profundas tras la derrota en las elecciones porteñas, donde Leandro Santoro (Es Ahora Buenos Aires) obtuvo un 27,35%, quedando segundo detrás de LLA. La decisión de suspender las PASO en la provincia, apoyada por UxP, buscaba evitar una interna abierta, pero no logró apaciguar las tensiones entre el kirchnerismo duro y sectores peronistas más moderados. “El kirchnerismo está en su peor momento, dividido y sin un proyecto renovado”, afirmó un analista político en X, reflejando el sentimiento de debilidad del oficialismo provincial.
En este contexto, el PRO y LLA ven una oportunidad única para disputarle la provincia a Kicillof, a quien Milei ha señalado como uno de sus principales adversarios. “Le daremos una paliza en las urnas en septiembre, en octubre y en 2027 le vamos a ganar la provincia”, aseguró el presidente en una entrevista radial, destacando el rol clave de José Luis Espert como figura de la alianza.
El rol de la UCR y los desafíos pendientes
Mientras PRO y LLA consolidan su acuerdo, la Unión Cívica Radical (UCR) permanece al margen, debilitada tras su pobre desempeño en las elecciones porteñas (2,3% de los votos) y la pérdida de figuras como Facundo Manes. Aunque algunos sectores radicales, como el espacio de Leandro Zdero en Chaco, han mostrado afinidad con LLA, en Buenos Aires la UCR no figura en la agenda libertaria, lo que limita su influencia en el armado opositor.
El desafío para PRO y LLA será mantener la cohesión interna y definir los detalles de la “letra chica” del acuerdo, como el reparto de candidaturas y la estrategia territorial en las ocho secciones electorales de la provincia. Además, deberán sortear las desconfianzas mutuas, alimentadas por episodios como el deepfake de Silvia Lospennato en CABA, que tensó la relación entre ambos partidos.
Un nuevo escenario político
El acuerdo PRO-LLA en la Legislatura bonaerense no solo redefine las alianzas electorales, sino que también marca un punto de inflexión en la estrategia opositora frente a un Unión por la Patria debilitado. Con las elecciones de septiembre a la vista, la unificación de los bloques legislativos podría otorgarles una ventaja clave para negociar leyes y consolidar una alternativa al kirchnerismo. Sin embargo, el éxito de esta alianza dependerá de su capacidad para superar las tensiones internas y capitalizar el descontento social con el oficialismo.
En un contexto de polarización y crisis económica, la provincia de Buenos Aires se prepara para un nuevo capítulo político donde la unidad de la oposición será puesta a prueba. “Queremos ganar la provincia y vamos a hacer lo que haya que hacer”, afirmó Ritondo, resumiendo el espíritu de un acuerdo que busca cambiar las reglas del juego.