Jueves 16 de octubre de 2025
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El apoyo de EE.UU. a Milei enfrenta rechazo ciudadano y no se traduce en votos

A menos de diez días de las elecciones legislativas del 26 de octubre, el gobierno de Javier Milei enfrenta un desafío central: el respaldo financiero y político de Estados Unidos, aunque presentado como un logro estratégico, no logra convencer a la mayoría de los argentinos ni traducirse en votos concretos.

Desde Casa Rosada destacan la reunión de Milei con Donald Trump y la asistencia financiera estadounidense como un símbolo de confianza internacional. El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, anunció un swap de 20.000 millones de dólares y operaciones de compra directa de dólares en el mercado argentino, generando reacciones positivas en acciones y bonos. Sin embargo, este apoyo no se refleja en la percepción ciudadana ni en el electorado más amplio.

Encuestas reflejan rechazo ciudadano

Zentrix revela que el 58,2% de los argentinos rechaza recibir asistencia financiera directa de EE.UU., mientras que solo el 37,3% lo aprueba. La polarización es marcada: el 69,7% de los votantes de Milei apoyan la medida, frente al 97,4% de los votantes de Sergio Massa que se manifiestan en contra. Una encuesta de Equipo Mide coincide, señalando que un 55% se opone al “rescate” estadounidense, y solo un 38% lo respalda, mientras que un 7% no tiene opinión formada.

Estos datos muestran un desfase entre el discurso oficial y la percepción social. Para gran parte del electorado, la asistencia externa es percibida como un acto simbólico, sin impacto real en la economía personal ni en la vida cotidiana.

La economía como eje de descontento

El rechazo al apoyo internacional se combina con un contexto económico adverso. Según el MOP, apenas el 37,3% de los argentinos considera positiva su situación económica, mientras que el 38,4% la califica como mala o muy mala. La percepción sobre la economía nacional es aún más crítica: el 60,7% la ve negativa, frente al 21,7% que la evalúa positivamente.

La inflación y la pérdida de poder adquisitivo concentran el malestar social. Tres de cada cuatro argentinos (73,7%) aseguran que sus ingresos no cubren la suba de precios. En paralelo, la preocupación por la economía general (31,1%) y la corrupción (25,2%) supera ampliamente otros temas como desempleo, inseguridad o narcotráfico, confirmando que el bolsillo y la credibilidad institucional son los principales motores de opinión pública.

Limitaciones electorales en la provincia de Buenos Aires

En la provincia de Buenos Aires, clave en el mapa electoral, Milei enfrenta un panorama complejo. En las elecciones provinciales anteriores, perdió por más de 13 puntos frente al peronismo y con una participación de apenas el 61% del padrón. Desde el comando de campaña local aseguran que los anuncios de apoyo externo podrían fortalecer al votante propio, pero advierten que es poco probable que atraigan a quienes no respaldan al libertario.

La intención de voto refleja estas limitaciones. Según el MOP, Fuerza Patria lidera con 43,5% a nivel nacional, mientras que La Libertad Avanza alcanza el 36,5%, consolidando una diferencia de siete puntos. Provincias Unidas y el Frente de Izquierda aparecen como actores secundarios, mientras que el 6,4% de indecisos puede definir el resultado final.

Dilema estratégico: internacional vs. doméstico

El gobierno enfrenta un dilema estratégico evidente: profundizar la relación con EE.UU. puede consolidar el núcleo duro del votante libertario, pero no logra convencer a votantes moderados ni indecisos. La asistencia financiera estadounidense funciona como un respaldo diplomático y económico, pero no como un instrumento para aumentar la base electoral.

En términos comunicacionales, Milei ha intentado convertir el apoyo de Trump en un símbolo de liderazgo internacional y un contraste con el kirchnerismo, comparando su encuentro con imágenes de dirigentes como Cristina Kirchner junto a Hugo Chávez. Sin embargo, los datos de opinión pública muestran que el electorado prioriza la economía real y la estabilidad personal sobre la legitimidad internacional.

A días de la elección, el respaldo externo es más un signo de legitimidad política internacional que una palanca electoral efectiva. Mientras Milei apuesta a mostrar resultados positivos en el plano internacional, la ciudadanía evidencia un rechazo generalizado a la dependencia de Estados Unidos y mantiene sus prioridades centradas en la economía doméstica. Esto plantea un desafío concreto: convertir apoyos simbólicos en respaldo tangible en las urnas sigue siendo una tarea pendiente.

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