Viernes 13 de junio de 2025
Viernes 13 de junio de 2025
loader-image
temperature icon 11°C

El Banco Central ajusta las reglas para las billeteras digitales: qué cambia en los fondos comunes y cómo afecta a los usuarios

El recorte a los beneficios impositivos que tenían las billeteras virtuales impacta de lleno en los rendimientos que reciben millones de usuarios. El BCRA busca frenar la competencia desigual entre bancos tradicionales y apps financieras.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) avanza con una reforma clave que pone el foco sobre las billeteras digitales y los fondos comunes de inversión que millones de personas utilizan a diario para gestionar su dinero. A partir de esta semana, comenzará a regir un nuevo esquema de encajes —es decir, la porción de los depósitos que los bancos deben inmovilizar— que cambia las condiciones para los instrumentos financieros ligados a las apps como Mercado Pago, Ualá y Personal Pay.

La medida, anunciada el 9 de junio, apunta a equiparar las exigencias que enfrentan los fondos comunes de inversión con las de los depósitos bancarios tradicionales. Hasta ahora, los fondos mantenían un encaje del 20%, sensiblemente menor al que rige para personas y empresas. Este diferencial permitía que las billeteras digitales ofrecieran rendimientos más atractivos que el sistema financiero tradicional, generando una dinámica que, según el BCRA, alimentaba la volatilidad y distorsionaba la competencia.

Cómo afecta esta decisión a los usuarios de La Plata y el resto del país

El recorte en los beneficios regulatorios impactará en forma directa sobre los rendimientos que ofrecen las principales billeteras virtuales. En La Plata, donde el uso de estas plataformas se ha masificado en comercios, transporte y pagos cotidianos, el cambio podría modificar los hábitos de ahorro e inversión de miles de personas que optaban por dejar su dinero en cuentas digitales con acceso inmediato.

Al elevar el porcentaje de encaje obligatorio, los bancos deberán inmovilizar una mayor porción del dinero depositado por los fondos comunes. Como resultado, se reduce la rentabilidad que pueden trasladar a las billeteras digitales, afectando directamente la tasa de interés que los usuarios reciben por tener su saldo disponible.

La estrategia del BCRA y el trasfondo económico

El presidente del BCRA, Santiago Bausili, explicó que la decisión forma parte de una hoja de ruta para “ordenar” el sistema financiero. Según detalló en el stream oficialista Carajo, el objetivo es eliminar los “parches” normativos que, con el tiempo, fueron creando beneficios desproporcionados para ciertos actores, como los fondos comunes, frente a los depósitos tradicionales.

Desde el organismo monetario argumentan que esta reformulación busca evitar una intermediación financiera excesiva que termine encareciendo el crédito. “Los fondos comunes tienen la obligación fiduciaria de buscar todos los días la mejor tasa, lo que provoca movimientos constantes entre bancos y genera incertidumbre en el sistema”, advirtió Bausili. Esa rotación obliga a los bancos a cubrirse ante el riesgo de no renovar depósitos, lo que termina encareciendo los préstamos que otorgan a familias y empresas.

Un cambio que apunta a mejorar la estabilidad del sistema

En términos técnicos, la suba del encaje no tiene impacto sobre los plazos fijos tradicionales. Afecta exclusivamente a los instrumentos de corto plazo y alta liquidez, como los fondos comunes de inversión que operan detrás de las apps más populares. Para los usuarios, esto se traduce en una caída en los rendimientos que se obtienen por dejar dinero en cuentas remuneradas.

Desde el Banco Central aseguran que la medida también busca reducir el costo financiero general y fomentar un sistema más equilibrado. Federico Furiase, director del BCRA, afirmó que el cambio tiene un sentido claro: “Es una medida técnica, pero con un objetivo político: bajar el costo del financiamiento para toda la economía”.

Reacción del sistema financiero y expectativas a futuro

A pesar de que aún no se conocen todos los detalles sobre la implementación, en el sector financiero ya anticipan un impacto en las tasas que pueden ofrecer los fondos money market. En declaraciones recogidas por medios nacionales, especialistas coincidieron en que será difícil mantener tasas elevadas en un escenario de mayor encaje y menor margen operativo.

En la práctica, esto podría derivar en una migración de saldos hacia instrumentos más estables o incluso hacia la banca tradicional, lo que obligará a las billeteras digitales a reformular su estrategia para retener usuarios.

Desde un banco privado admitieron que “la tasa activa podría subir porque la incertidumbre sobre la liquidez también crece”, mientras que desde una entidad pública evaluaron que el nuevo esquema apunta a “nivelar la cancha” entre canales virtuales y el sistema financiero formal.

Las tasas que ofrecían las billeteras antes del anuncio

Antes de este cambio, las tasas ofrecidas por las principales plataformas mostraban una fuerte competencia:

  • Cocos Pay: 33,22% anual
  • Naranja X: 31% anual (29% en Córdoba)
  • Ualá (Uilo): 29,30% anual
  • Brubank y Banco Bica: 29,05% anual
  • Mercado Pago: 25,26% anual
  • Claro Pay, Supervielle, Astropay, Prex y otros: entre 24% y 26%

Estas cifras reflejan el atractivo que representaban estas herramientas frente a un plazo fijo tradicional. Sin embargo, el aumento de encajes tenderá a achicar esa diferencia, acercando el rendimiento de estas cuentas a la tasa Badlar, usada como referencia en el sistema bancario.

Qué más incluye el paquete del Banco Central

Además del aumento de encajes, el BCRA anunció la recompra de puts sobre títulos del Tesoro, el canje de Letras Fiscales de Liquidez y licitaciones en dólares. Aunque estas herramientas tienen un impacto más técnico, la suba del encaje es la variable con efecto más directo sobre el usuario común.

Aún no se ha definido la fecha exacta de aplicación plena de la medida, ya que el BCRA evaluará factores estacionales como el pago del aguinaldo y las vacaciones de invierno. Sin embargo, la tendencia ya es clara: se reducirá la rentabilidad de las cuentas digitales y crecerá la presión para que los usuarios repiensen cómo y dónde ahorrar.

Scroll al inicio