En medio de la planificación de las sesiones extraordinarias, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, encabezará esta tarde una reunión clave con los bloques aliados del Senado en busca de consensos para avanzar en temas prioritarios para el oficialismo. El encuentro tendrá lugar a las 15 horas en las oficinas de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien ejercerá como anfitriona y formará parte de las negociaciones.
La agenda de esta reunión incluye la participación de referentes de diversas fuerzas políticas: Pablo Blanco (UCR), Alfredo De Angeli y Martín Goherling (PRO), Ezequiel Atauche (LLA) y Camau Espínola (Unidad Federal). También podrían sumarse legisladores como Juan Carlos Romero (Cambio Federal) y Lucila Crexell (Movimiento Neuquino), aunque aún no hay confirmación oficial.
Ajustes de calendario y prioridades en debate
Aunque inicialmente este cónclave estaba previsto para la próxima semana, los plazos se ajustaron luego de las reuniones del Ejecutivo con diputados aliados, donde se definió el cronograma legislativo. Según lo acordado, las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto sesionarán los días 4 y 5 de febrero para trabajar en la reforma electoral, cuya medida más relevante es la posible eliminación de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). El debate en el recinto está programado para el 6 de febrero.
Otros temas a tratar en esta etapa incluyen la Ley Antimafias, la ampliación de la Corte Suprema, y proyectos como Juicio en Ausencia y la reforma del Código Procesal Penal en casos de reiterancia. Estos puntos, considerados menos conflictivos, están agendados para el 11 de febrero. Sin embargo, la eliminación de las PASO sigue siendo la prioridad del Gobierno, que necesitará al menos 37 votos en el Senado y 129 en Diputados para avanzar con este objetivo.
Tensiones internas y obstáculos externos
La presencia de Victoria Villarruel en la negociación genera especulaciones sobre su relación con Javier Milei y el núcleo libertario, en un contexto de tensión política dentro del oficialismo. Aunque su participación podría interpretarse como un gesto de unidad, también despierta recelos entre algunos sectores cercanos al presidente.
Por otro lado, las divisiones internas no son el único desafío. Desde el bloque peronista se presiona para incluir otros temas en la agenda, como la composición de la Corte Suprema y el endeudamiento externo. Además, la ausencia de algunos legisladores clave debido al receso estival complica la consolidación de apoyos necesarios para las reformas planteadas.
Un caso emblemático es el del senador Luis Juez, del PRO, quien se encuentra de vacaciones en un exclusivo hotel de Aruba, pese a las directivas de Milei de promover la austeridad. Su viaje, que incluyó a toda su familia, generó críticas y deja al bloque sin una figura clave en las negociaciones.
Expectativas y estrategia gubernamental
Ante la falta de certezas, el oficialismo busca escuchar a los bloques aliados para identificar puntos en común antes de las reuniones técnicas de las comisiones. El Gobierno apuesta a consensuar medidas que le permitan evitar un revés en el Congreso, aunque las posturas divergentes complican el panorama.
En torno a las PASO, por ejemplo, existen tres posiciones principales: la eliminación propuesta por el oficialismo, la suspensión defendida por el PRO y la reforma planteada por la UCR. Estas diferencias evidencian la dificultad de construir mayorías amplias en un Senado marcado por intereses fragmentados.
El escenario en la Cámara Alta se perfila como una prueba de fuego para el oficialismo libertario, que debe sortear tanto las tensiones internas como las demandas de los aliados para concretar su agenda legislativa en las extraordinarias.
