La estrategia oficial apunta a contabilizar solo los votos de los frentes que compitan bajo el nombre textual de Fuerza Patria. Gobernadores como Insfrán, Capitanich, Michel, Jaldo y Luque quedarían fuera del recuento global, en un intento por mostrar un resultado nacional favorable ante Donald Trump.
El Gobierno instruyó a la Dirección Nacional Electoral (DINE) a que el escrutinio provisorio sume únicamente los votos de las listas que lleven el nombre exacto de Fuerza Patria. La medida deja afuera a nueve provincias donde el peronismo compite con sellos locales, lo que reduce artificialmente el caudal nacional del espacio opositor.
La decisión generó un inmediato rechazo en el peronismo, que denunció la maniobra como un intento de manipular la lectura política de los resultados. “Se hacen trampa en el solitario”, fue la frase que circuló en los pasillos de varios comités provinciales.
Los gobernadores que quedarían afuera
Entre los dirigentes afectados se encuentran Gildo Insfrán (Formosa), Jorge Capitanich (Chaco), Martín Michel (Misiones), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Juan Pablo Luque (Chubut), entre otros. Todos ellos compiten bajo denominaciones provinciales distintas a Fuerza Patria, lo que los excluiría del conteo consolidado.
En términos prácticos, esto significa que más del 20% del padrón nacional podría quedar invisibilizado en la suma global que se difunda la noche de la elección.
El trasfondo: mostrar un triunfo a Trump
La jugada tiene un objetivo político claro: presentar un resultado nacional que favorezca a La Libertad Avanza. Como ese frente compite con el mismo nombre en los 24 distritos, el conteo consolidado lo mostraría con ventaja frente a un peronismo fragmentado en sellos locales.
Según fuentes cercanas al oficialismo, la intención es exhibir un triunfo sólido ante Donald Trump, en un gesto de alineamiento internacional y de legitimación política hacia afuera.
La respuesta del peronismo
Desde Fuerza Patria ya anticiparon que presentarán recursos judiciales para frenar la medida. Argumentan que el escrutinio debe reflejar la voluntad popular en cada distrito y que la exclusión de provincias enteras constituye una distorsión de la representación democrática.
“No se puede borrar con un artilugio administrativo la decisión de millones de bonaerenses, tucumanos o chaqueños”, advirtió un apoderado partidario.
Una elección bajo sospecha
La controversia abre un nuevo capítulo en la disputa electoral de 2025. Más allá de los números finales, el modo en que se presenten los resultados será determinante para la narrativa política.
El intento de excluir provincias del conteo global no solo tensiona la relación entre oficialismo y oposición, sino que también pone en debate la transparencia del proceso electoral en la provincia más grande del país y en el resto del mapa nacional.