El conflicto entre la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y el Gobierno nacional sumó en las últimas horas un nuevo capítulo, esta vez con eje en la educación. El Ministerio de Capital Humano intimó formalmente a la entidad que conduce Claudio “Chiqui” Tapia a suspender de inmediato toda promoción vinculada a la denominada “Universidad de la AFA” (UNAFA), al advertir que la institución no cuenta con habilitación oficial como casa de estudios superiores ni está autorizada para emitir títulos universitarios en el país.
La notificación fue cursada por la Subsecretaría de Políticas Universitarias, que otorgó a la AFA un plazo de cinco días hábiles para presentar un descargo. Desde la cartera que encabeza Sandra Pettovello señalaron que la asociación venía difundiendo carreras de grado y posgrado en medios, redes sociales y a través de un sitio web propio, sin contar con reconocimiento ministerial ni acreditación académica, lo que infringe la normativa vigente.
En el comunicado oficial se recordó que la legislación argentina es estricta respecto del uso del término “Universidad”. Tanto la Ley de Educación Superior —en sus artículos 39 y 68— como las resoluciones ministeriales N.º 206/97 y 4600-E/2017 establecen que solo pueden utilizar esa denominación las instituciones creadas y habilitadas por el Estado nacional. De lo contrario, la difusión de títulos o propuestas académicas está expresamente prohibida.


Además, el Ministerio advirtió que el incumplimiento podría habilitar sanciones de fuerte impacto institucional: desde la clausura definitiva del proyecto hasta la inhabilitación de los responsables para ejercer funciones docentes o integrar órganos directivos de entidades vinculadas a la educación superior.
La defensa de la AFA
Ante la intimación oficial, la AFA respondió públicamente y buscó bajar el tono al conflicto. La entidad aclaró que la UNAFA “no es una universidad” sino un “centro de estudios recientemente lanzado”, destinado en esta primera etapa a la formación y capacitación en áreas relacionadas con el fútbol y su gestión. Según indicaron, el proyecto tiene como objetivo a futuro avanzar hacia la constitución de una universidad privada reconocida oficialmente, pero actualmente no ofrece carreras de grado ni posgrado.
En ese sentido, desde la asociación enfatizaron que toda su documentación comunica de manera “transparente” el alcance real de la propuesta educativa. También informaron que el centro de estudios funciona con docentes de trayectoria y bajo convenios firmados con instituciones habilitadas para certificar, entre ellas la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad del Delta (UNDELTA), ISALUD, y entidades del exterior como Saint Kolbe University y el Instituto de Emprendimiento Avanzado de España.
“El proyecto se encuentra en regla para la etapa en la que está y estamos a disposición de las autoridades para cumplir cualquier requerimiento”, señalaron desde la AFA, defendiendo la iniciativa como un aporte a la formación y profesionalización del ámbito deportivo.
El lanzamiento en Ezeiza y los planes académicos
La presentación de la UNAFA se realizó el pasado 4 de noviembre en el predio de la AFA en Ezeiza, en un acto encabezado por dirigentes del fútbol argentino y por Alberto Barbieri, ex rector de la UBA, quien fue designado como director del proyecto educativo. En ese encuentro se anunció que las actividades comenzarían recién en 2026, con una oferta que incluiría maestrías, cursos y programas orientados a la gestión administrativa, técnica y dirigencial del deporte.
Barbieri sostuvo entonces que la institución se apoyaría en cuatro pilares: calidad educativa, internacionalización, articulación con los clubes y responsabilidad social, con la ambición de posicionarse como un espacio de formación de alcance regional. Sin embargo, desde el Ministerio remarcaron que, mientras no exista habilitación formal, la difusión bajo formato de “universidad” resulta incompatible con la legislación vigente.
Un conflicto que trasciende lo educativo
El cruce por la UNAFA ocurre en un contexto político particularmente sensible. Aunque el Gobierno descartó avanzar con una intervención directa sobre la AFA, en las últimas semanas volvió a mencionar supuestas inconsistencias contables por más de 111 millones de dólares, sumando presión sobre la conducción de Tapia.
A ese frente se suma el plano judicial. Continúan activas investigaciones que involucran al titular de la AFA y a personas de su entorno. En una causa por presunto lavado de dinero ligada a la compra de una estancia en Pilar, el juez federal Daniel Rafecas dispuso nuevas medidas, entre ellas el levantamiento del secreto fiscal y una valuación completa del inmueble, con peritos designados por la Corte Suprema y por el Colegio de Martilleros de San Isidro. La próxima semana, el expediente llegará a la Cámara Federal para definir si seguirá en el fuero federal o pasará al penal económico.
Mientras tanto, Tapia permanece en Washington tras participar del sorteo del Mundial 2026, lejos del centro de una disputa que sigue escalando en Buenos Aires y que ahora suma la educación como un nuevo terreno de confrontación.
Por lo pronto, el futuro inmediato de la llamada “Universidad del Campeón del Mundo” quedó bajo revisión oficial, en medio de una pulseada entre el Gobierno y la AFA que va mucho más allá de una discusión administrativa.


