La Secretaría de Energía confirmó que los incrementos anuales en la tarifa eléctrica para los usuarios finales no superarán el 10%, una medida que comenzará a regir a partir del 1 de abril. La decisión llega luego de que en 2024 las facturas de luz registraran una suba del 117,8% en el marco del proceso de «normalización» del sector.
Con esta política, el Gobierno busca contener el impacto en los bolsillos en un contexto de alta inflación y evitar mayores presiones sobre el índice de precios al consumidor. La estrategia tarifaria se enmarca dentro del esquema de regulación de precios de servicios esenciales, que también alcanza al transporte y el agua.
Ajustes tarifarios y su impacto en el costo de vida
Durante el primer trimestre de 2025, los ajustes en las tarifas continuarán de manera mensual. Según informó el Ministerio de Economía, en enero los aumentos en servicios regulados oscilaron entre el 1,6% y el 1,8%. En el caso del agua, se aplicará un nuevo incremento del 1% en febrero, acumulando así dos subas consecutivas.
Un informe de la UBA-Conicet advierte que el costo de la canasta de servicios públicos en el AMBA alcanzó en enero los $144.775 mensuales, con la electricidad y el transporte como los rubros de mayor peso. En detalle, la factura de luz promedio se ubica en $41.726 mensuales, mientras que los gastos en transporte ascienden a $56.228.
El informe también destaca que la canasta de servicios creció un 3% en enero, superando levemente la inflación proyectada para ese mes. Actualmente, estos gastos representan el 11,7% del salario promedio registrado. Además, el esquema de subsidios sigue siendo clave en la ecuación: los hogares de ingresos altos, medios y bajos pagan, en promedio, solo el 53% del costo real de los servicios, mientras que el Estado cubre el 47% restante.
Si bien la regulación de tarifas apunta a moderar el impacto inflacionario, el desafío sigue siendo reducir el peso del gasto público en subsidios sin trasladar todo el ajuste a los usuarios. En este contexto, las actualizaciones de tarifas serán un punto de atención clave en la discusión económica del año.