El Banco Central volvió a aplicar una restricción que ya había estado vigente durante anteriores controles de cambio. Desde hoy, quienes compren dólar oficial no podrán operar en el mercado financiero a través del dólar MEP o el contado con liquidación (CCL) durante un plazo de 90 días. La medida también se aplica a la inversa.
Una medida que ya había sido usada en el cepo cambiario
La decisión se oficializó con la Comunicación “A” 8336, publicada este viernes por la autoridad monetaria que conduce Santiago Bausili.
La norma alcanza a personas humanas y jurídicas. Además, obliga a los bancos a exigir una declaración jurada a sus clientes para garantizar que no operen en los distintos mercados de dólares durante ese período.
Esta restricción cruzada ya había sido aplicada en el cepo cambiario de gestiones anteriores. Su objetivo principal es frenar los llamados “rulos”, operaciones que aprovechan la brecha cambiaria entre el dólar oficial y las cotizaciones financieras.
Contexto: falta de dólares y presión del FMI
La medida llega en un momento crítico para el gobierno de Javier Milei, marcado por la escasez de divisas y la presión de los organismos internacionales.
En la última semana, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, resignó unos 1.500 millones de dólares en retenciones al agro con el fin de acelerar la liquidación de exportaciones.
A su vez, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Tesoro de Estados Unidos presionan para que el Gobierno reduzca la intervención con reservas y ordene el mercado cambiario. Sin margen político para liberar totalmente el tipo de cambio, la estrategia oficial se limita a endurecer el cepo en etapas.
Brecha cambiaria y riesgo de reservas
En los últimos días volvió a ampliarse la brecha cambiaria, lo que disparó maniobras especulativas en el mercado. El Banco Central se vio obligado a vender más de 1.100 millones de dólares en apenas tres ruedas, en un contexto de reservas netas negativas.
El refuerzo normativo busca frenar esta sangría de dólares, aunque la contracara es un mayor endurecimiento del cepo. Esto afecta tanto a ahorristas como a empresas, en medio de una economía en recesión y con pérdida de poder adquisitivo.
El horizonte: elecciones y apoyo externo
El oficialismo espera que la nueva restricción, junto con la liquidación del campo, le permita sostener las reservas hasta las elecciones de octubre.
Después de esa fecha, el Gobierno confía en que el Tesoro estadounidense destrabe fondos frescos, aunque ese apoyo estará atado al resultado electoral.
Con esta medida, el Gobierno nacional vuelve a reforzar el cepo cambiario, priorizando la estabilidad de las reservas por encima de la apertura del mercado de cambios.