La aprobación del Presupuesto no logró cambiar el humor de los mercados. La última rueda financiera dejó señales claras de desconfianza: las tasas de interés se dispararon, el Gobierno volvió a vender dólares para contener la cotización y las reservas mostraron una fuerte caída. Un escenario que pone en duda la solidez del esquema económico y complica cualquier expectativa de reactivación, también en distritos como La Plata, donde el crédito productivo sigue siendo clave para sostener la actividad.
El dato más contundente fue el salto de la tasa de caución a un día, que sobre el cierre llegó al 140% nominal anual. Durante gran parte de la jornada, los valores se movieron con relativa calma, pero en las últimas operaciones apareció un ajuste brusco, con una suba diaria cercana al 680%. En términos concretos, se trata de un nivel que vuelve impracticable el financiamiento para pymes, comercios y emprendimientos productivos.
Dólar contenido a fuerza de intervención
Al mismo tiempo, el mercado cambiario mostró un movimiento poco habitual. En el segmento oficial se operaron USD 902 millones, un volumen elevado incluso para jornadas complejas. Para los operadores, ese número dejó en evidencia una fuerte participación del Tesoro para evitar que el dólar mayorista superara la zona de los $1.457, un valor que el mercado viene poniendo a prueba desde hace semanas.
“El dólar cerró con un volumen muy alto y ventas oficiales para que no se acerque al techo de la banda”, resumió el analista Christian Buteler, al señalar que la cotización terminó a poco más del 4% del límite superior del esquema cambiario.
El problema es el costo de ese control. Cada dólar que se utiliza para frenar la suba es un dólar menos para enfrentar compromisos inmediatos. El más relevante aparece en el calendario: el 9 de enero el Gobierno deberá afrontar vencimientos por unos USD 4.500 millones, en un contexto donde sumar reservas se vuelve cada vez más difícil.
Tasas por las nubes y economía real en pausa
La suba de las tasas no pasó desapercibida en las mesas financieras. “El mercado volvió a mostrar fragilidad: mucho volumen, poco margen y precios sostenidos por intervención”, sintetizó un operador. Otro fue más directo al describir el impacto del modelo actual: con tasas reales de este nivel, el crédito productivo queda fuera de juego y la economía cotidiana paga la cuenta.
Este escenario no es menor para ciudades como La Plata, donde pymes, profesionales y comercios dependen del financiamiento para sostener empleo y consumo. Con tasas al 140%, cualquier plan de inversión queda archivado.
Reservas en retroceso y explicaciones bajo la lupa
A este cuadro se sumó otro dato que encendió señales de alerta: las reservas cayeron más de USD 1.700 millones en una sola jornada. Desde el Gobierno atribuyeron la baja a movimientos de fin de mes de los bancos comerciales, que se revertirían en los primeros días hábiles. Sin embargo, en el mercado la explicación fue recibida con cautela. “Ese fenómeno no era habitual en otros períodos”, deslizó un operador con memoria larga.
Lo que mira el mercado, más allá del corto plazo
Desde una lectura más técnica, el economista Gabriel Caamaño, de la consultora Outlier, cuestionó una de las justificaciones oficiales. Según explicó, la suba de tasas no responde a una mayor demanda de pesos. Por el contrario, el pico de demanda transaccional ya estaría quedando atrás.
El foco, señaló, está en las expectativas. La reciente flexibilización del esquema de bandas cambiarias modificó la percepción sobre el tipo de cambio nominal y real hacia 2026. Como esa corrección no se refleja hoy en el precio del dólar, se traslada a la tasa de interés, que funciona como incentivo para quedarse en pesos, tanto en términos nominales como ajustados por CER.
En síntesis, el mercado empieza a cubrirse por lo que cree que viene, no por lo que está ocurriendo ahora. Cuando el dólar queda contenido, la presión se desplaza hacia otro canal: las tasas.
Sin festejo en acciones ni alivio financiero
Ni siquiera el mercado accionario acompañó. Aunque la rueda comenzó con subas moderadas, interpretadas como una reacción positiva tras la aprobación del Presupuesto, el impulso duró poco. Para los operadores, esa señal ya estaba incorporada en los precios. Ahora pesan más las dudas sobre la consistencia del programa financiero y la capacidad del ministro Luis Caputo para cumplir con los vencimientos de deuda.
En ese marco, en la City se habla de gestiones urgentes para conseguir dólares: presiones a provincias, concesionarios y bancos para acelerar ingresos de divisas. Señales de una necesidad inmediata que el mercado percibe y descuenta.
Lejos de celebrar el Presupuesto, los inversores optaron por cubrirse. Y el resultado fue claro: tasas por las nubes, dólares vendidos para contener la cotización y reservas que vuelven a quedar en el centro de la escena.


