El peronismo bonaerense alcanzó un acuerdo clave para extender los plazos electorales en la provincia de Buenos Aires, asegurando la logística de los comicios del 7 de septiembre tras intensas negociaciones internas y con la oposición.
En una acción que busca ordenar el calendario electoral de cara a las elecciones legislativas del 7 de septiembre, el peronismo bonaerense alcanzó un acuerdo en la Legislatura para modificar los plazos electorales solicitados por la Junta Electoral. Este consenso, que reúne a las distintas facciones del bloque oficialista de Unión por la Patria, marca un punto de inflexión tras semanas de tensiones internas y negociaciones contrarreloj con la oposición. Sin embargo, el camino hacia esta decisión no estuvo exento de fricciones, especialmente entre los sectores liderados por Axel Kicillof, Cristina Kirchner y Sergio Massa.
Un acuerdo para destrabar el calendario electoral
La Legislatura bonaerense, tras intensos debates, aprobó el lunes 28 de abril la suspensión de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para este año, un paso que ya había sido anticipado por el Senado provincial. Sin embargo, la definición sobre los plazos electorales, regulados por el artículo 61 de la ley electoral 5109, permanecía en un limbo político. La norma, sancionada en 1946, establece un intervalo de apenas 30 días entre el cierre de listas y los comicios, un plazo que la Junta Electoral considera “materialmente imposible” de cumplir para organizar una elección con más de 13 millones de electores.
El acuerdo alcanzado esta semana, según fuentes legislativas, implica extender los plazos administrativos para la presentación de listas y boletas, alineándose con la propuesta de la Junta Electoral de garantizar 50 días entre el cierre de listas y la elección, frente a los 70 días originalmente planteados por el gobernador Axel Kicillof. Este punto intermedio busca facilitar la logística electoral sin alterar las fechas clave del calendario, como el cierre de alianzas el 29 de julio y la elección el 7 de septiembre.
La presidenta de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Hilda Kogan, encabezó las reuniones con los legisladores, asegurando que la Junta Electoral está preparada para llevar adelante los comicios, pero necesita plazos más amplios para verificar candidaturas y organizar la logística. “No se trata de interpretar leyes, sino de garantizar un proceso ordenado”, afirmó Kogan, respondiendo a consultas sobre posibles ambigüedades legales, como el uso de colectoras.
Tensiones internas y negociaciones con la oposición
El camino hacia este acuerdo estuvo marcado por las internas dentro del peronismo. La decisión de Kicillof de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales generó roces con el cristinismo, que abogaba por comicios concurrentes para fortalecer la estrategia nacional. Además, el Frente Renovador, liderado por Sergio Massa, expresó reparos sobre la organización logística, lo que añadió presión al oficialismo.
En la sesión del 28 de abril, la diputada Susana González, alineada con Kicillof, expuso las diferencias internas al criticar a sectores del bloque que, según ella, obstaculizaron el proceso. “No puedo tolerar que seamos nosotros, los oficialistas, quienes pongamos palos en la rueda”, afirmó, apuntando indirectamente al kirchnerismo. Por su parte, Cristina Kirchner, a través de una nota en redes sociales, pidió a sus legisladores apoyar la suspensión de las PASO, pero advirtió sobre el impacto negativo del desdoblamiento en la performance peronista.
La oposición, por su parte, mantuvo una postura crítica. Desde la UCR y el PRO se exigieron explicaciones detalladas sobre la necesidad de modificar los plazos, mientras que La Libertad Avanza atribuyó las demoras a la interna peronista. Para lograr el consenso necesario, que requiere dos tercios de los votos en la Legislatura, el oficialismo deberá negociar con bloques opositores, un proceso que podría incluir concesiones como nombramientos en la Corte o cargos en el Banco Provincia.
Desafíos logísticos y el rol del Ejecutivo
El desdoblamiento electoral plantea desafíos logísticos inéditos, especialmente tras la adopción de la Boleta Única de Papel para las elecciones nacionales, impulsada por el gobierno de Javier Milei. Esto obliga a la provincia a implementar un sistema paralelo, con dos urnas por centro electoral, lo que complica la fiscalización y el escrutinio.
El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, enfrentó cuestionamientos durante las reuniones en la Legislatura. Diputados opositores y sectores del peronismo le reclamaron detalles sobre licitaciones, seguridad de las urnas y métodos de escrutinio, a lo que Bianco respondió comprometiéndose a enviar información por escrito. “Esto es un quilombo”, expresó un dirigente cercano a Cristina Kirchner, reflejando el malestar por la falta de coordinación.
A pesar de las tensiones, el acuerdo para modificar los plazos electorales representa un avance significativo. “Hace dos meses que estamos discutiendo esto, pero el peronismo se ordenará y enfrentará la elección unido”, afirmó un legislador de Unión por la Patria, confiado en que las negociaciones culminarán con un proyecto de ley redactado por los diputados cercanos a Kicillof.
Con el acuerdo alcanzado, la Legislatura se prepara para debatir en los próximos días un proyecto que formalice los nuevos plazos electorales. Aunque aún no se definió si la iniciativa partirá del Ejecutivo o de un legislador, el consenso político parece encaminado a aprobar los cambios sobre tablas, evitando mayores dilaciones.
La elección del 7 de septiembre, que renovará 46 diputados y 23 senadores en la provincia, será un termómetro clave para el peronismo, que busca consolidar su mayoría en un contexto de internas y desafíos económicos. Mientras tanto, la oposición aguarda una negociación más amplia, que podría incluir demandas más allá de lo electoral, como cargos en instituciones clave.
En un año marcado por la incertidumbre política, el peronismo bonaerense da un paso hacia adelante, pero el éxito de esta estrategia dependerá de su capacidad para mantener la unidad interna y sortear las demandas de una oposición que no está dispuesta a ceder fácilmente. Como afirmó un diputado provincial, “esto no es solo sobre plazos, es parte de la campaña misma”.