Acordaron también que la semana entrante Axel Kicillof y Máximo Kirchner definan el nombre del espacio. Cristina, las listas y los plazos electorales, en el centro de la escena. ¿Lograrán la unidad?
El Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires pisa el acelerador en su estrategia electoral de cara a las elecciones legislativas de 2025. Este viernes, en una reunión clave en la sede nacional de Matheu 130, el peronismo bonaerense, liderado por Máximo Kirchner, dio un paso firme hacia la consolidación de la unidad interna, con la mirada puesta en los comicios provinciales del 7 de septiembre. La jornada, marcada por un clima de optimismo, sirvió para convocar al congreso partidario provincial del próximo 5 de julio en Merlo, donde se definirán las alianzas electorales, se abordarán temas contables y se analizará el escenario político nacional
El encuentro de hoy, que reunió a referentes de Unión por la Patria (UP) —incluyendo al Frente Renovador de Sergio Massa, Patria Grande de Juan Grabois, Principios y Valores de Guillermo Moreno, Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella y el Frente Grande de Mario Secco—, tuvo como telón de fondo la campaña “Argentina con Cristina”, en respaldo a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien cumple prisión domiciliaria tras la confirmación de su condena en la causa Vialidad. “No la vamos a dejar tirada”, afirmó Secco, intendente de Ensenada y aliado del gobernador Axel Kicillof, marcando el tono de la reunión.
Un congreso clave para sellar la unidad
El congreso del 5 de julio en Merlo será un punto de inflexión. Con el plazo para inscribir frentes electorales venciendo el 9 de julio y el cierre de listas el 19, el PJ bonaerense busca llegar con un frente unificado que aglutine a las distintas corrientes del peronismo. Según fuentes partidarias, la intención es ratificar la integración de alianzas bajo el paraguas de Unión por la Patria, incluyendo al Movimiento Derecho al Futuro (MDF) de Kicillof, aunque este espacio no estuvo formalmente invitado al encuentro de hoy por no ser un partido político, sino una agrupación.
La ausencia de Kicillof en la reunión de Matheu generó ciertas tensiones, pero los puentes entre el gobernador y el kirchnerismo se mantienen activos. El intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín, emergió como un nexo clave entre el kicillofismo y La Cámpora, liderada por Máximo Kirchner. Según trascendidos, Kicillof dará continuidad la próxima semana a la cumbre que mantuvo con Cristina Kirchner días antes de la confirmación de su condena, con el objetivo de consensuar el nombre del frente electoral. Las negociaciones, que incluirán a Máximo Kirchner como titular del PJ bonaerense, apuntan a un nombre tentativo: “Peronismo”, propuesto por Sergio Massa.[
La unidad como estrategia frente a La Libertad Avanza
El contexto político nacional, con la polarización impulsada por el oficialismo de Javier Milei y La Libertad Avanza, fue un eje central del encuentro. Los dirigentes peronistas coincidieron en la necesidad de un “frente antimiseria” para contrarrestar el discurso libertario, especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde el voto peronista es clave. La campaña “Cristina libre” no solo busca respaldar a la expresidenta, sino también capitalizar el descontento de las bases ante su situación judicial, considerada por el PJ como una “condena ilegítima y proscriptiva”.[
“Tenemos que reorganizar nuestra fuerza política a partir de la defensa de la democracia y del acompañamiento a Cristina”, afirmó el senador Eduardo “Wado” de Pedro al salir del encuentro, subrayando la importancia de un mensaje unificado. La presencia de figuras como Mayra Mendoza (intendente de Quilmes), Mariel Fernández (intendente de Moreno) y Facundo Tignanelli (diputado provincial) reforzó el compromiso con la unidad, aunque las negociaciones por las candidaturas prometen ser un terreno espinoso.
Kicillof y las candidaturas: sin vetos, pero con estrategia
Axel Kicillof, ausente hoy por una agenda en el interior bonaerense (Chascomús, San Cayetano y General Pueyrredón), insiste en una mesa de unidad que priorice candidaturas basadas en encuestas y criterios técnicos. “No hay vetos”, aclaró el gobernador en una reciente entrevista, dejando abierta la posibilidad de que Máximo Kirchner sea candidato en la Tercera Sección Electoral, un rol que originalmente estaba pensado para Cristina antes de su inhabilitación.
El kicillofismo, representado por figuras como los intendentes Julio Alak, Andrés Watson, Fernando Espinoza y el exintendente Alberto Descalzo, busca garantizar su peso en las listas, especialmente en la Legislatura provincial, donde Unión por la Patria pone en juego 29 de sus 58 bancas. La idea de listas propias para fortalecer al gobernador circula con fuerza, aunque Kicillof insiste en evitar rupturas internas.
Por su parte, el Frente Renovador de Massa, que realizará su propio congreso el 6 de julio, mantiene un perfil bajo pero activo. Rubén Eslaiman, representante massista, enfatizó: “Nadie sobra, todos son necesarios”. La inclusión de sectores como el Frente Grande y Patria Grande refleja el intento de ampliar el frente más allá del núcleo duro del kirchnerismo.
Desafíos y plazos urgentes
Con el reloj electoral en cuenta regresiva, el PJ bonaerense enfrenta el desafío de ordenar las negociaciones en un contexto de tensiones internas. La distribución de lugares en las boletas, especialmente en los Concejos Deliberantes y la Legislatura, será clave para equilibrar las influencias de La Cámpora, el kicillofismo y el massismo. Además, los temas contables, como la aprobación de balances partidarios, también estarán en la agenda del congreso del 5 de julio, asegurando la transparencia necesaria para enfrentar el escrutinio electoral.
El peronismo bonaerense sabe que la unidad es su mejor arma para competir en un escenario polarizado. Mientras Kicillof busca consolidar su liderazgo sin confrontar directamente con el kirchnerismo, Máximo Kirchner y Sergio Massa apuestan por un frente amplio que sume a peronistas, radicales y socialistas desencantados con el oficialismo. El congreso del 5 de julio será el primer paso formal para sellar esta alianza, pero las próximas dos semanas serán decisivas para definir si el PJ logra transformar las “sensaciones positivas” de hoy en una estrategia electoral sólida.