Tras las derrotas del domingo, la interna peronista se desató con fuerza. Afiches críticos a Máximo Kirchner y Cristina Fernández aparecieron en las sedes del PJ bonaerense y nacional. El sector de Axel Kicillof propone a Verónica Magario para renovar la conducción provincial, mientras crecen los reclamos por democratizar el partido.
La semana comenzó con un sacudón en el universo peronista. En las sedes del Partido Justicialista bonaerense y nacional aparecieron afiches con mensajes directos contra la conducción actual. “El Partido Justicialista no es tu monarquía”, rezaba uno de los carteles que apuntaban a Máximo Kirchner y Cristina Fernández. Otros sumaban: “Basta de herederos y bendecidos” y “Devuelvan el PJ de PBA a los peronistas”.
La leyenda “Apertura ya del PJ nacional a los peronistas” sintetizó el malestar que recorre las bases tras las derrotas electorales del domingo. La falta de convocatoria a elecciones internas —que debían haberse anunciado el 19 de octubre según la Carta Orgánica— alimentó las críticas y aceleró las conversaciones para una renovación.
Mandato vencido, internas encendidas
El mandato de Máximo Kirchner como presidente del PJ bonaerense vence el 18 de diciembre. Aunque el partido no quedará formalmente en infracción ante la Justicia Electoral —ya que el Congreso provincial, presidido por Fernando Espinoza, es el órgano máximo—, el retraso en convocar elecciones generó un clima de tensión que se tradujo en afiches, reuniones urgentes y definiciones políticas.
El MDF de Kicillof mueve fichas: Magario, la elegida
En la madrugada del lunes, en la residencia del gobernador Axel Kicillof, se definió una jugada clave: el Movimiento de Futuro (MDF), espacio que lo respalda, resolvió impulsar a Verónica Magario como candidata a la presidencia del PJ bonaerense. La actual vicegobernadora y vicepresidenta primera del partido ya expresó su disposición a competir.
La decisión fue respaldada por intendentes cercanos al mandatario, que buscan reconfigurar el mapa interno del peronismo bonaerense con una figura territorial, de gestión y con peso propio. El objetivo: recuperar legitimidad, abrir el partido a las bases y oxigenar la conducción.
¿Renovación o fractura?
La pulseada por el PJ bonaerense no es solo una disputa de nombres. En juego está el modelo de conducción, la relación con el kirchnerismo y la capacidad del peronismo de reconstruirse tras los traspiés electorales. La figura de Magario aparece como síntesis de territorialidad y gestión, pero también como señal de autonomía frente a la lógica hereditaria que muchos cuestionan.
La interna está en marcha. Y esta vez, va a fondo.


