El Gobierno de la provincia de Buenos Aires definió oficialmente el cronograma electoral para las elecciones legislativas provinciales, que se realizarán el próximo 7 de septiembre de manera desdoblada de los comicios nacionales. La medida fue establecida a través del decreto 973, que promulga la Ley 15.523, aprobada semanas atrás por la Legislatura bonaerense.
Con esta norma, se modifica por única vez el artículo 61 de la Ley Electoral N° 5109, estableciendo nuevos plazos para el armado electoral: las listas de candidatos deberán presentarse el 19 de julio (50 días antes de la elección), mientras que las boletas definitivas se oficializarán el 8 de agosto, a 30 días del acto electoral.
Aunque estos tiempos no coincidían con los originalmente propuestos por el gobernador Axel Kicillof, terminaron siendo consensuados tras las negociaciones internas con los sectores del camporismo y del massismo, que exigían márgenes más amplios de preparación y cumplían con los pedidos formales de la Junta Electoral. El acuerdo refleja los equilibrios internos que el mandatario debe sostener dentro del oficialismo, en un contexto de creciente tensión política y necesidad de orden interno.
Además, Kicillof firmó el decreto 965, por el cual se designa a la Subsecretaría de Gobierno Digital, dependiente del Ministerio de Gobierno, como órgano rector de los sistemas informáticos involucrados en el proceso electoral. Este organismo tendrá a su cargo la auditoría de todos los sistemas tecnológicos, incluidos los provistos por el Correo Argentino y cualquier empresa que éste contrate.
Desde la Gobernación aseguran que la decisión busca optimizar la gestión administrativa, prevenir incompatibilidades tecnológicas y reducir costos en los procesos de adquisición de servicios y suministros vinculados al comicio. La medida también fortalece el rol del Estado bonaerense como controlador central del soporte técnico y digital en una elección clave para el armado político del oficialismo.
Este cambio no es menor si se considera el creciente peso de los sistemas informáticos en las votaciones, en un escenario de cuestionamientos cruzados sobre transparencia y eficiencia. La centralización bajo el ala del Gobierno Digital apunta a consolidar el control interno del proceso, aunque abre interrogantes sobre la supervisión externa y el rol que podrá jugar la oposición frente a este esquema.
Para la ciudad de La Plata, que representa una plaza estratégica tanto para el oficialismo como para la oposición en estas legislativas, estos movimientos institucionales marcan el tono de una campaña que ya se juega en los pasillos, más allá de los tiempos formales.