La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) atraviesa una semana decisiva en su extenso calendario electoral. Desde este martes y hasta el viernes, más de 217 mil estudiantes están habilitados para votar en las 17 facultades y definir el nuevo mapa político del principal centro académico de la región.
Los comicios estudiantiles completan el proceso iniciado con las elecciones de profesores, graduados y colegios preuniversitarios, y son la antesala de un ciclo institucional que culminará en 2026 con la designación del próximo presidente de la UNLP. Todo indica que el actual vicepresidente académico, Fernando Tauber, es el único nombre que suena para sucederse a sí mismo por un tercer mandato.
Un tablero con más de 100 listas
El escenario electoral muestra una oferta diversa y fragmentada: 102 listas distribuidas entre todas las facultades. La Franja Morada, brazo universitario del radicalismo, estará presente en 15 de las 17 unidades académicas (no competirá en Odontología ni en Trabajo Social) y busca retener su hegemonía en las 10 facultades que hoy gobierna.
La izquierda y el peronismo llegan divididos, con múltiples sellos que replican las tensiones nacionales, mientras que los libertarios debutan en seis facultades, marcando su primera incursión significativa en la política universitaria platense. En algunos casos, con internas propias que reflejan el clima del oficialismo nacional.
Franja Morada, el poder a revalidar
La Franja llega con control consolidado en facultades clave como Derecho, Ingeniería, Informática, Económicas, Exactas, Arquitectura, Agronomía, Veterinarias, el Observatorio y Psicología. En esta última, el resultado es incierto: el año pasado ganó por escaso margen frente al Frente por Psico, ligado al Miles, y este año enfrenta una contienda abierta con la Juventud Universitaria Peronista (La Jauretche), que viene de crecer en votos y busca dar el golpe.

Desde el Rectorado admiten que Psicología y Medicina son los escenarios más impredecibles. “Es una moneda en el aire”, reconocen sobre el nivel de paridad que anticipan en ambas facultades.
Peronismo e izquierda, entre la dispersión y la resistencia
El peronismo llega fragmentado, con la JUP, La Cámpora y sectores aliados como Sumak Kawsay o el Miles compitiendo en casi todas las facultades. Sus bastiones siguen siendo Humanidades, donde gobierna La Jauretche, y Medicina, con Remediar al frente. Esta última, que representa a la JUP, obtuvo un impulso extra tras vencer en el claustro docente a la lista oficialista que respondía a la vicedecana Mónica Ferreras.

El triunfo docente en Medicina, encabezado por la Dra. Irene Ennis, unió a radicales, peronistas, el PCR y La Mella, y dejó a la actual gestión con menos representación en el Consejo Directivo. Con solo cuatro votos más —por ejemplo, los del claustro estudiantil—, la oposición podría definir la próxima decanatura.
Fuera de esos núcleos, el kirchnerismo conserva peso en Periodismo, a través de la Rodolfo Walsh, y en Artes, con Cronopios (La Mella). En Naturales, el Frente Natural, vinculado a La Cámpora, mantiene el control. En tanto, agrupaciones peronistas menores sostienen espacios en el Observatorio, Exactas, Veterinarias, Informática y Derecho, entre otras.
La izquierda, por su parte, mantiene presencia testimonial, con representación minoritaria en pocas facultades.
Irrupción libertaria: el nuevo actor del tablero
Por primera vez, los libertarios disputarán poder en seis facultades: Económicas, Derecho, Informática, Psicología, Ingeniería y Humanidades. Sin embargo, lo harán divididos. Por un lado, Universitarios de La Libertad Avanza (ULLA), que responde al ala cercana a Santiago Caputo, con el influencer Daniel “Gordo Dan” Parisini entre sus figuras visibles. Por otro, Crear más Libertad, con vínculos con Karina Milei, Sebastián Pareja y referentes bonaerenses como Juanes Osaba.

La incógnita es si lograrán capitalizar el envión de las recientes legislativas nacionales o si su discurso liberal chocará con la paradoja de competir dentro de una universidad pública a la que el propio Gobierno nacional acusa de “adoctrinamiento” y mantiene bajo ajuste presupuestario.
Una elección que define el futuro político de la UNLP
Los Consejos Directivos que surjan de esta votación —integrados por profesores, estudiantes, graduados y no docentes— serán los encargados de designar en 2026 a los nuevos decanos y, posteriormente, a las máximas autoridades universitarias.
Por eso, la elección estudiantil no solo reconfigurará los centros de estudiantes, sino que marcará el rumbo político de la Universidad en los próximos años.
Con más de un siglo de historia, la UNLP sigue siendo un escenario donde conviven la militancia, el debate ideológico y la disputa por el poder académico. Y esta semana, todo ese pulso volverá a expresarse en las urnas.


