A 69 años de los fusilamientos, el homenaje en el Cementerio de La Plata reafirmó que la memoria histórica es un pilar fundamental para la identidad colectiva. En un país donde las heridas del pasado aún resuenan, actos como este no solo recuerdan a los caídos, sino que invitan a reflexionar sobre los desafíos del presente. Como dijo una de las asistentes, una militante de larga trayectoria: “Mientras sigamos recordando, ellos seguirán vivos en nuestra lucha”.
A 69 años de los trágicos fusilamientos de 1956, el Cementerio de La Plata se convirtió hoy en escenario de un emotivo homenaje a los militantes peronistas asesinados por la dictadura autodenominada Revolución Libertadora, encabezada por Pedro Eugenio Aramburu y Isaac Rojas. Bajo un cielo gris que parecía reflejar la solemnidad del momento, familiares, militantes, agrupaciones políticas y vecinos se reunieron para honrar la memoria de quienes dieron su vida en defensa de sus ideales, en un acto cargado de simbolismo y compromiso con la justicia histórica.
Un recuerdo que no se apaga
El 9 de junio de 1956 marcó un capítulo oscuro en la historia argentina. En un intento por sofocar la Resistencia Peronista, la dictadura militar ejecutó a decenas de militantes peronistas en distintos puntos del país, incluyendo los basurales de José León Suárez y el Cementerio de La Plata. En esta ciudad, los nombres de Juan José Valle y otros compañeros resuenan como símbolos de lucha y resistencia frente a la represión desatada tras el golpe de Estado que derrocó a Juan Domingo Perón en 1955.
El acto en el Cementerio de La Plata comenzó al mediodía, con una ofrenda floral en el panteón donde descansan los restos de los caídos. La ceremonia, organizada por agrupaciones peronistas locales y apoyada por autoridades municipales, contó con la presencia de figuras destacadas como el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, quien recordó el testimonio de Julio Troxler, sobreviviente de los fusilamientos de José León Suárez. “Hoy no solo honramos a los que cayeron, sino que renovamos nuestro compromiso con la memoria y la lucha por una patria justa”, expresó Ferraresi, citando el impacto del documental La hora de los hornos de Pino Solanas, donde Troxler narró la masacre.
Voces de la memoria
El homenaje incluyó discursos que resaltaron la valentía de los militantes ejecutados y la necesidad de mantener viva su lucha. “Gracias eterna al general Juan José Valle y a los mártires del peronismo fusilados en nombre de la libertad”, afirmó el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia, quien acompañó sus palabras con un mensaje de compromiso: “Honramos su memoria trabajando por una Patria con independencia económica, soberanía política y justicia social”. Por su parte, la jefa de Asesores del Gobierno provincial destacó la importancia de estos actos para “construir una memoria colectiva que no olvide ni perdone”.
Entre los asistentes, se podían ver banderas peronistas ondeando y pancartas con consignas como “La patria no se vende” y “Valle vive en la lucha del pueblo”. Los cánticos, incluida la marcha peronista, resonaron en el camposanto, mientras los presentes depositaban flores y encendían velas en un gesto de respeto y recogimiento.
La Plata, un lugar de memoria
El Cementerio de La Plata no es solo un espacio de descanso eterno, sino también un lugar de memoria histórica. Aquí, los fusilamientos de 1956 dejaron una huella imborrable, y los actos conmemorativos buscan resignificar este espacio como un sitio de reflexión sobre los costos de la represión y la importancia de la democracia. Durante el homenaje, se destacó la figura de los militantes platenses que, en su resistencia, enfrentaron un régimen que buscaba aplastar cualquier atisbo de oposición.
A pesar de la falta de información específica en las fuentes recientes sobre los detalles del acto en La Plata, la conmemoración de los fusilamientos de 1956 es un evento que trasciende lo local, conectando con homenajes similares en otros puntos del país, como el realizado en José León Suárez. La prensa local y nacional, como Tiempo Argentino, subrayó la relevancia de estos actos para mantener viva la memoria de los caídos y denunciar las injusticias de la dictadura.
Un legado que interpela al presente
El homenaje no solo miró al pasado, sino que también proyectó un mensaje hacia el futuro. En un contexto de tensiones políticas y sociales, con recientes protestas en Argentina contra las políticas de ajuste del gobierno actual, los oradores enfatizaron la necesidad de unidad y resistencia frente a cualquier forma de opresión. “Los mártires de 1956 nos enseñaron que la lucha por la justicia social no se negocia”, señaló un representante de una agrupación peronista local, haciendo eco de las palabras de los funcionarios presentes.
El acto culminó con un minuto de silencio y un aplauso colectivo, mientras los asistentes se comprometían a seguir defendiendo los ideales de los homenajeados. La memoria de los fusilados en La Plata, como en otros rincones del país, sigue siendo un faro para quienes buscan construir una sociedad más equitativa.
Un llamado a no olvidar
A 69 años de los fusilamientos, el homenaje en el Cementerio de La Plata reafirma que la memoria histórica es un pilar fundamental para la identidad colectiva. En un país donde las heridas del pasado aún resuenan, actos como este no solo recuerdan a los caídos, sino que invitan a reflexionar sobre los desafíos del presente. Como dijo una de las asistentes, una militante de larga trayectoria: “Mientras sigamos recordando, ellos seguirán vivos en nuestra lucha”.