Domingo 21 de septiembre de 2025
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# En memoria de Kim: El padre de la niña asesinada creará una fundación deportiva para prevenir la violencia juvenil

En un emotivo anuncio realizado en el Parque Ecológico de la capital bonaerense, Gómez presentó la «Fundación Kim Avanza», un proyecto deportivo enfocado en niños y adolescentes de barrios vulnerables.

Siete meses después de la tragedia que conmovió al país, Marcos Gómez, el padre de Kim Anura Gómez, la niña de 7 años brutalmente asesinada durante un robo automotor, reveló su plan para transformar el dolor en acción. En un emotivo anuncio realizado en el Parque Ecológico de la capital bonaerense, Gómez presentó la «Fundación Kim Avanza», un proyecto deportivo enfocado en niños y adolescentes de barrios vulnerables. «Quiero que ningún padre vuelva a pasar por esto. Kim amaba el fútbol; usaremos el deporte para alejar a los chicos de la calle y enseñarles valores», declaró el hombre, cuya voz aún tiembla al recordar a su hija.

La herida que no cierra: El crimen que estremeció a La Plata

El 25 de febrero de 2025, la vida de la familia Gómez se quebró de manera irrevocable en las calles de Altos de San Lorenzo, un barrio periférico de La Plata. Kim, una niña vivaz de ojos brillantes y pasión por la gimnasia rítmica, viajaba con su madre en un Fiat Palio rojo tras una clase de entrenamiento. En un semáforo en rojo, dos adolescentes de 14 y 17 años interceptaron el vehículo, obligaron a la mujer a salir a empujones y huyeron sin percatarse de que la pequeña permanecía en el asiento del acompañante, abrochada con el cinturón de seguridad.

Lo que siguió fue un horror indescriptible: los ladrones, al descubrir a la niña, intentaron arrojarla por la ventanilla. Enganchada por el cinturón, Kim fue arrastrada por el asfalto durante casi 15 cuadras a más de 100 km/h, mientras gritaba pidiendo auxilio. Testigos, con el corazón en la garganta, corrieron tras el auto hasta que chocó contra un poste de luz en la calle 28 y 84. La autopsia reveló un «shock hipovolémico secundario a politraumatismos»: fracturas múltiples, lesiones por arrastre y una pérdida masiva de sangre que le arrebató la vida en el acto. «La saqué por la ventanilla y murió desangrada por los golpes», reconstruyó la fiscal Carmen Ibarra en su informe preliminar.

El país entero se paralizó. Marchas multitudinarias recorrieron las calles de La Plata, desde el lugar del crimen hasta la Municipalidad y la Gobernación provincial. Vecinos, familias de otras víctimas de la inseguridad –como los abuelos de Mateo Yagame, asesinado en un intento de robo similar– y hasta niños con velas en las manos exigieron justicia y mayor presencia policial. Incidentes estallaron frente al Palacio Municipal, con piedrazos y reclamos de «¡No más impunidad!» que resonaron en los medios nacionales. Marcos Gómez, albañil de 42 años, se convirtió en el rostro del duelo colectivo: «Estoy destrozado. Tenía una hija perfecta que siempre amé. Me la arrebataron», dijo en una de las manifestaciones, abrazando una foto de Kim con su uniforme de gimnasia.

La batalla judicial: Entre detenciones y sombras de impunidad

Los responsables fueron apresados horas después: el joven de 17 años, con antecedentes por tentativa de robo, y el de 14, inimputable por su edad. La fiscalía solicitó prisión preventiva para el mayor y una medida de seguridad en un instituto cerrado para el menor. Audiencias tensas en el Juzgado de Garantías del Joven N°1 de La Plata marcaron los días siguientes. La familia del adolescente de 17 pidió perdón públicamente, alegando adicción a las drogas como atenuante: «No sabía que estaba la nena ahí abajo», se excusó el detenido en una entrevista televisiva. Sin embargo, dudas surgieron cuando cámaras de seguridad ubicaron al menor de 14 lejos de la escena, complicando el expediente.

Marcos Gómez, flanqueado por su exesposa y la madre de Kim, asistió a cada instancia judicial en medio de protestas. «Después de matarla, estaban como si nada cuando los agarraron», denunció con amargura, exigiendo que «sientan un poco de lo que yo sufro». Hoy, a siete meses, el proceso avanza con peritajes pendientes, pero la familia advierte: «La justicia no puede ser lenta cuando se trata de niños». El caso impulsó debates nacionales sobre la responsabilidad penal juvenil y la inseguridad en la periferia bonaerense, con ecos en el Congreso.

De la tragedia al legado: La Fundación Kim Avanza nace del deporte

En el Parque Ecológico, bajo un sol tímido de septiembre, Marcos Gómez se paró frente a un grupo de niños jugando al fútbol –el deporte que Kim soñaba compartir con su papá–. Con lágrimas contenidas, anunció la Fundación Kim Avanza: una organización sin fines de lucro que ofrecerá talleres deportivos gratuitos en barrios como Altos de San Lorenzo y Los Hornos. «Kim se fue, pero su energía queda. Queremos escuelas de fútbol, gimnasia y básquet para chicos de 6 a 14 años, con énfasis en prevención: talleres de valores, anti-drogas y resolución de conflictos», explicó.

El proyecto, respaldado por donaciones iniciales de vecinos y empresas locales, incluirá becas para gimnasia rítmica –el deporte que Kim practicaba con pasión– y alianzas con clubes platenses. «El deporte salva vidas. Si estos pibes [los delincuentes] hubieran tenido una pelota en lugar de un arma, quizás mi hija estaría aquí», reflexionó Gómez, recordando cómo Kim «bailaba como una princesa» en sus clases. La fundación también impulsará campañas de sensibilización contra la violencia callejera, con el lema «Por Kim, avancemos seguros».

Apoyado por psicólogos y ONGs especializadas en duelo infantil, Marcos ha canalizado su ira en activismo. «No busco venganza, busco cambio. Que Kim sea un faro para otros niños», dijo, mientras un grupo de nenas vestidas de gimnasia rítmica realizaba una rutina en su honor. La iniciativa ya cuenta con 200 inscriptos preliminares y aspira a expandirse a otras ciudades bonaerenses.

Un llamado a la sociedad: ¿Justicia y prevención, o solo luto eterno?

La historia de Kim Gómez trasciende el crimen: es un recordatorio brutal de las grietas en la seguridad argentina, donde un robo menor devino en tragedia por la ausencia de contención juvenil. Marcos Gómez, de albañil a referente, invita a la sociedad a unirse a su fundación: «No dejen que el dolor nos divida. Hagamos que Kim inspire un futuro sin más víctimas».

Mientras La Plata guarda en su memoria colectiva a la niña de 7 años –enterrada en el cementerio municipal con cientos de flores anaranjadas, su color favorito–, la Fundación Kim Avanza emerge como semilla de esperanza. En un país herido por la inseguridad, este padre demuestra que el legado de una vida truncada puede ser, al fin, eterno y transformador. ¿Se sumará la clase política a este llamado? El fútbol de Kim espera respuesta.

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