Un nuevo relevamiento del Observatorio de Psicología Social Aplicada de la UBA puso en evidencia un dato alarmante: 7 de cada 10 argentinos aseguran que la crisis económica impacta de manera severa en su salud mental. El Termómetro Psicosocial y Económico, que releva de forma periódica el humor social, muestra cómo el contexto político y la incertidumbre económica alimentan un escenario emocional dividido y cargado de angustia.
Dos países, dos emociones: el peso de la identidad política
La encuesta demuestra que la percepción del presente y las expectativas de futuro están fuertemente marcadas por la preferencia política. Entre quienes apoyaron a Javier Milei, predominan sensaciones de esperanza, tranquilidad y entusiasmo. En cambio, los votantes de Sergio Massa manifiestan sobre todo angustia, tristeza e incertidumbre. Así, la polarización se traduce en un “mapa emocional” que dibuja dos realidades paralelas frente a la misma crisis.

Una crisis que se vive como presente o como herencia
El 63% de los encuestados considera que la situación económica es “grave” o “muy grave”. Sin embargo, la interpretación de las causas varía según la afinidad política: para muchos oficialistas se trata de una herencia de gobiernos anteriores y de un proceso que se revertirá; mientras que para la oposición, la crisis es actual y estructural.
Mujeres y jóvenes: los más afectados emocionalmente
Los datos del estudio señalan que un 86% reconoce que los problemas económicos dañan considerablemente su bienestar emocional. Las mujeres, los jóvenes de entre 18 y 29 años y las personas con menor nivel educativo aparecen como los grupos más vulnerables, con mayor exposición al impacto de la inflación, la pérdida de ingresos y la precariedad laboral.
Prioridades en tiempos de ajuste: la educación y la salud se sostienen
En un contexto de caída del poder adquisitivo, los argentinos reducen primero los gastos en entretenimiento, ocio y vestimenta. No obstante, el informe destaca que los hogares priorizan mantener el gasto en educación y salud, lo que refleja la importancia que la sociedad asigna a estos ámbitos, incluso en momentos críticos.

El relato sobre la Argentina: desilusión y desconfianza
Consultados sobre cómo describirían al país, las respuestas más frecuentes fueron “un país con buena gente pero malos políticos” y “un país que siempre gira sobre los mismos problemas”. Solo una minoría percibe a Argentina como un país rico o lleno de oportunidades, un dato que refleja el profundo escepticismo social.
En línea con esta percepción, el 42% de los argentinos cree que su situación económica mejorará en los próximos 12 meses, mientras que un 41% teme que empeore. Otra vez, el voto determina el ánimo: quienes respaldan al Gobierno mantienen expectativas más positivas; los opositores, un marcado pesimismo.
Principales preocupaciones de los argentinos
La encuesta identificó los temas que más inquietan a la población en el presente:
- Pobreza (83%)
- Corrupción (65%)
- Inseguridad (63%)
- Inflación (60%)
- Desempleo y precarización laboral (más del 40%)
A esto se suma que un 41% teme perder su trabajo y un 37% siente que no podrá encontrar empleo en su área de formación. Estos indicadores reflejan que la crisis económica no solo deteriora la capacidad de consumo, sino también la estabilidad emocional y las posibilidades de proyectar un futuro.