La energía eléctrica sostiene las principales actividades productivas, sociales y residenciales del país. Desde la iluminación en hospitales hasta el funcionamiento de trenes, sistemas informáticos y centros logísticos, todo depende de un suministro constante y confiable.
En este contexto de demanda creciente, conocer cómo se genera, distribuye y mide la electricidad en Argentina es fundamental para optimizar recursos y planificar a largo plazo.
A diferencia de lo que ocurre en otros países, el sistema eléctrico argentino combina fuentes diversas, desafíos técnicos y una geografía extensa. Por eso, entender cómo funciona la energía eléctrica ayuda a tomar decisiones más informadas, ya sea para reducir el consumo, elegir un proveedor o evaluar la viabilidad de instalar paneles solares en el hogar o en una pyme.
Cómo se genera la energía eléctrica en el país
La generación de energía eléctrica en Argentina parte de múltiples fuentes: térmicas, hidráulicas, renovables y nucleares. Esta variedad le da al sistema una resiliencia clave frente a eventos climáticos extremos, cortes de suministro de gas o fluctuaciones de precios internacionales.
- Térmica: Las centrales que funcionan con gas natural, gasoil o fuel oil siguen siendo el pilar del sistema. Representan más del 55 % de la generación total.
- Hidráulica: Grandes represas como Yacyretá y El Chocón producen energía limpia y estable, especialmente durante temporadas de lluvias.
- Renovable: En crecimiento constante, los parques eólicos de Chubut y los solares de San Juan y Jujuy aportan casi el 15 % del total.
- Nuclear: Embalse y Atucha suman una base firme de electricidad libre de emisiones.
Además, se integran nuevas tecnologías de almacenamiento y generación distribuida que permiten descentralizar la oferta. Esto ayuda a reducir pérdidas y da más protagonismo a los usuarios que también quieren convertirse en generadores.
Etapas de transformación: de la fuente al consumo
Generar energía no es suficiente: se requiere infraestructura para transportarla y convertirla en utilizable por hogares, industrias y comercios. En esta cadena intervienen estaciones transformadoras, líneas de alta tensión, subestaciones urbanas y redes domiciliarias.
Extracción del recurso
Dependiendo del tipo de fuente, el proceso cambia. En una central eólica, el viento mueve las aspas; en una hidroeléctrica, es la fuerza del agua; en una planta térmica, la combustión de gas produce vapor que mueve turbinas.
Conversión y transmisión
Una vez generada, la electricidad se transforma en corriente alterna de alta tensión. A través de redes de 132, 220 o 500 kV, la energía viaja a lo largo del país con mínimas pérdidas.
Integración al sistema
El despacho de carga lo realiza CAMMESA, que decide qué centrales operan según demanda, costo de generación y disponibilidad. Se priorizan las fuentes renovables y luego las térmicas de menor costo.

Redes urbanas y distribución de energía eléctrica
La distribución de energía eléctrica es la etapa final del proceso. Consiste en bajar la tensión y entregar el servicio directamente al consumidor final, sea residencial o industrial. En Buenos Aires, Edenor y Edesur cumplen este rol; en el interior, lo hacen cooperativas y empresas provinciales.
Estas compañías mantienen transformadores, cables subterráneos o aéreos, y puntos de medición. Uno de los mayores desafíos actuales es evitar pérdidas técnicas y fraudes. Para resolverlo, se están incorporando tecnologías de red inteligente que permiten monitorear el flujo eléctrico y detectar fallas o sobrecargas en tiempo real.
Medidor de energía eléctrica: cómo funciona y por qué importa
El medidor de energía eléctrica es el dispositivo que registra cuánta electricidad consumís. Hoy, muchas distribuidoras están instalando medidores inteligentes que ofrecen ventajas importantes:
- Permiten ver el consumo horario, diario y mensual.
- Avisan por SMS o mail cuando superás un umbral de uso.
- Se puede programar el corte o reconexión de forma remota.
- Ofrecen tarifas diferenciadas según el momento del día.
Con esta información, se pueden planificar mejor los consumos: por ejemplo, programar lavarropas después de las 22 h para aprovechar tarifas reducidas, o apagar dispositivos en stand-by que suman en la factura sin aportar valor.
El rol de YPF y otros actores clave
La división YPF ha crecido en los últimos años con inversiones en renovables, especialmente en el sur del país. Su parque eólico Manantiales Behr y otras iniciativas similares no solo abastecen su propio consumo industrial, sino que también comercializan energía limpia a terceros.
Además, empresas como Genneia, Central Puerto y PCR están liderando el desarrollo de nuevos proyectos híbridos, que combinan energía solar y eólica con almacenamiento en baterías.
Esto permite mantener la estabilidad del sistema cuando no hay viento o sol, y ofrece nuevas oportunidades para industrias que buscan contratos a largo plazo con fuentes renovables.
Fuentes de energía eléctrica: claves para el futuro
La diversificación de las fuentes de energía eléctrica no es solo una estrategia ambiental, sino también económica y geopolítica. Argentina busca reducir su dependencia del gas natural importado, especialmente en invierno, cuando los costos se disparan.
- Eólica: Ideal para la Patagonia, con vientos constantes y de gran velocidad.
- Solar: Avanza en zonas con alta radiación como Jujuy, Catamarca y San Juan.
- Hidráulica: Requiere años de planificación, pero tiene gran estabilidad.
- Biomasa: Aprovecha residuos agrícolas, forestales y urbanos.
- Nuclear: Suma generación continua, aunque exige alta inversión inicial.
El desafío es integrar todas estas fuentes con flexibilidad, de modo que el sistema responda a variaciones en la demanda y asegure un suministro ininterrumpido los 365 días del año.

Invertir en generación renovable, expandir las redes inteligentes y contar con medidores modernos son pasos fundamentales para fortalecer el sistema de energía eléctrica del país. Estas medidas no solo mejoran la calidad del servicio, sino que también abren la puerta a una matriz más limpia, resiliente y competitiva.