La cuenta regresiva hacia las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre está marcada por un dato que inquieta tanto al Gobierno nacional como a la oposición: la baja participación ciudadana. La tendencia al ausentismo, repetida en cada elección provincial de este año, amenaza con profundizarse en el distrito más populoso del país, donde el voto arrastra un peso decisivo para el futuro político inmediato.
El temor al ausentismo y la apuesta al aparato territorial
En la Casa Rosada reconocen que la caída de la participación beneficia a los intendentes con estructuras territoriales sólidas, especialmente los del peronismo. Con ese diagnóstico, Javier Milei decidió jugarse a fondo en Buenos Aires y encabezar actos en plena campaña, incluso en escenarios tensos como el de Moreno, donde la violencia política volvió a irrumpir.
“Allí donde la gente se desalienta, ganan con el aparato”, lanzó el Presidente, insistiendo en que cada voto será clave en una elección que las encuestas describen como empate técnico. “Si no votás, votan los ñoquis. Hasta los presos”, repitió Milei en tono de advertencia, llamando a la militancia libertaria a evitar que la apatía incline la balanza hacia el oficialismo bonaerense.
El ausentismo proyectado supera el 40%, según consultoras y la propia Junta Electoral, lo que configuraría un escenario inédito. La media histórica de participación en la provincia ronda el 76%, pero este año los comicios apenas promedian el 58%.
Apatía, desconocimiento y fatiga electoral
El fenómeno no es exclusivo de Buenos Aires. Salta, Chaco, San Luis, Misiones y CABA también registraron niveles muy bajos de participación durante 2025. Sin embargo, en territorio bonaerense la preocupación se multiplica por la magnitud del padrón: más de 14,3 millones de votantes habilitados.
“La mitad desconoce a los candidatos de su propia sección y muchos creen que se trata de las PASO”, explicó Manuel Zunino, de la consultora Proyección, en diálogo con Infobae. Según sus relevamientos, el 45% de los electores cree que su voto no cambiará nada y un 50% no sabe exactamente qué se elige este domingo.
La apatía también alcanza a los más jóvenes: el Observatorio Electoral de la Universidad de Mar del Plata reveló que un 40% de los votantes de 16 a 18 años no planea ir a las urnas, cuando históricamente ese sector mostraba altos niveles de participación.
Kicillof, entre el desgaste económico y la pelea con Milei
Desde la Gobernación, Axel Kicillof busca dar vuelta el escenario con un mensaje directo: frenar a Milei en las urnas. El mandatario bonaerense sostuvo que el oficialismo nacional “está golpeado” y que un revés electoral podría obligar al Presidente a “recalcular y echar atrás algunas medidas”.
El gobernador apuntó contra la gestión económica del Ejecutivo, a la que calificó como “un desastre tras otro en el frente financiero y cambiario”. También denunció internas en la Casa Rosada por el control de áreas de inteligencia y cuestionó a los candidatos de La Libertad Avanza, a quienes definió como “un ejército de mamarrachos”.
Kicillof además advirtió sobre la instalación anticipada de un supuesto fraude por parte del oficialismo nacional. “Es la misma lógica de Bolsonaro y Trump: preparar el terreno por si el resultado es adverso”, señaló.
La paridad como escenario central
Las encuestas reflejan un escenario de paridad extrema. Aresco le dio a Fuerza Patria una leve ventaja (41,7% a 39,5%), mientras que Proyección ubicó arriba a LLA-PRO (38,1% a 37,3%). En la Tercera Sección, bastión peronista, las mediciones muestran diferencias amplias, pero en la Quinta la balanza parece favorecer a los libertarios.
El dato determinante sigue siendo el voto de los indecisos, estimado entre un 8,5% y un 16%. En un contexto de inflación acumulada del 43,5% en el último año, salarios que siguen en caída y una pobreza cercana al 50%, el humor social puede inclinar la elección en el último minuto.
La Plata y la definición bonaerense
En la capital provincial y en el Gran La Plata, donde más de 700 mil ciudadanos están habilitados para votar, el ausentismo también preocupa. La dinámica local, con el peso de las estructuras municipales y la desconfianza generalizada hacia la política, refleja de cerca lo que ocurre en toda la provincia. El resultado en la Octava Sección, que elige diputados provinciales, será clave para medir la capacidad de movilización tanto del peronismo como de La Libertad Avanza.
La elección del 7 de septiembre no solo pondrá en juego bancas legislativas. También definirá la fortaleza de Milei frente al Congreso y la capacidad del peronismo para sostener su maquinaria territorial. Pero, sobre todo, dejará al descubierto si la apatía ciudadana terminó convirtiéndose en el verdadero actor político de 2025.