Miércoles 18 de junio de 2025
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Entre la Justicia y las SAD: el acuerdo de Verón con Gillett suma denuncias y expone la interna por el futuro de Estudiantes

La posible llegada del empresario estadounidense Foster Gillett a Estudiantes de La Plata sumó en los últimos días un nuevo capítulo judicial que complica aún más las negociaciones. Mientras la Justicia Federal avanza en una investigación por presunto lavado de dinero, desde el club aseguran que el acuerdo no está caído y siguen trabajando en la estructura legal para presentarlo en Asamblea.

El fiscal Guillermo Marijuan abrió una causa contra Gillett por posibles maniobras de malversación de fondos vinculadas a transferencias de futbolistas. Entre los casos investigados aparece una operación frustrada que involucró a River Plate y a Estudiantes por el pase de Rodrigo Villagra. Si bien desde el entorno del empresario atribuyen la denuncia a una “jugada política”, la causa avanza en Comodoro Py y ya generó tensiones en la dirigencia albirroja.

La situación golpea de lleno el proyecto que Juan Sebastián Verón ató a su continuidad en el club. El presidente de Estudiantes dejó en claro que si no prospera la alianza con Gillett, su ciclo al frente de la institución podría llegar a su fin. “El club, como está hoy, no tiene más para crecer. Si no hay acuerdo, yo no tengo ganas de seguir renegando”, afirmó semanas atrás.

Sin embargo, puertas adentro insisten en que el escenario no está paralizado. Según confirmó el vicepresidente primero, Martín Gorostegui, “la situación no está estancada” y las negociaciones siguen activas tanto en el plano personal —entre Verón y Gillett— como en el trabajo técnico y legal. “No corremos detrás del tiempo. Seguimos trabajando con estudios de abogados y contadores para darle un marco legal al acuerdo y poder presentarlo en Asamblea”, señaló en declaraciones a Cielosports Radio.

La cifra que se menciona en la negociación ronda los 160 millones de dólares, destinados a consolidar al club como un actor central en el desembarco de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en el país. Incluso, ya ingresó la mitad de un primer préstamo por 9,7 millones de dólares, aunque el resto quedó condicionado al avance del acuerdo.

El principal escollo es la falta de antecedentes en la Argentina para este tipo de operaciones. Desde el club reconocen que la complejidad legal y contable retrasa los tiempos y obliga a extremar recaudos. Por eso contrataron a uno de los estudios jurídicos más prestigiosos del país para avanzar en la redacción del acuerdo, mientras esperan una respuesta similar del lado de Gillett, algo que hasta ahora no ocurrió.

“El trabajo técnico es lo más importante de todo. Una vez que superemos esas cuestiones, vamos a brindar toda la información al socio y llamar a la Asamblea”, explicó Gorostegui, quien evitó poner plazos pero dejó abierta la posibilidad de que el debate se dé a mitad de año.

La interna en la Comisión Directiva también juega su parte. Algunos sectores desconfían de la solidez del esquema que propone Tofoni, el nexo entre Verón y Gillett, y creen que detrás de la movida hay más interés en forzar el modelo SAD que en garantizar un beneficio concreto para el club.

Mientras tanto, Verón sostiene el diálogo directo con el empresario estadounidense y apuesta a cerrar el acuerdo. Pero la investigación judicial en marcha, sumada a las dudas sobre la capacidad real de Gillett para desembolsar los fondos prometidos, alimenta el escepticismo en La Plata.

Por ahora, el futuro de Estudiantes sigue atado a una negociación que mezcla fútbol, política y justicia, y cuyo desenlace todavía es una incógnita.

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