Viernes 5 de septiembre de 2025
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Estados Unidos congeló el ingreso de Argentina al programa de exención de visas por denuncias de corrupción y desorganización

La Casa Blanca frenó el proceso para que los argentinos pudieran ingresar sin visa a Estados Unidos a través del Visa Waiver Program (VWP), un acuerdo que había sido promocionado por Javier Milei como un “hito histórico” en la relación bilateral. Lejos de tratarse de una pausa administrativa, en Washington hablan de un quiebre definitivo motivado por las denuncias de corrupción que salpican al gobierno libertario y por la falta de organización de su gestión.

Un viaje truncado y un bochorno diplomático

El episodio quedó expuesto cuando una delegación encabezada por Juan Pazo, titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), viajó a rubricar el acuerdo en Washington. Sin embargo, al hacer escala en Miami recibió la orden de no continuar: “falta una firma”, fue el argumento formal. La realidad era otra: Estados Unidos había decidido congelar el proceso.

La comitiva pasó dos días varada en Florida antes de regresar a Buenos Aires sin resultados, lo que evidenció un destrato diplomático difícil de disimular. El dato agrava la situación si se recuerda que apenas dos meses atrás la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, había visitado Buenos Aires con la promesa de avanzar hacia una alianza estratégica en materia migratoria y de inteligencia.

Las razones detrás del freno

El portal estadounidense Axios reveló que el secretario de Estado, Marco Rubio, fue quien bajó el pulgar al acuerdo, pese a que Noem había anunciado el inicio del proceso. Según fuentes citadas por el medio, la decisión estuvo vinculada directamente a la preocupación por los casos de corrupción que involucran al círculo cercano de Milei, incluidos los negocios que comprometen a su hermana Karina.

En la diplomacia norteamericana, la transparencia institucional es condición para avanzar con acuerdos migratorios. El Departamento de Estado consideró que el actual gobierno argentino no ofrecía garantías de control interno, lo que sepultó el ingreso de Argentina al VWP.

El contraste con la región y el costo político

El retroceso argentino resulta aún más evidente al compararse con Uruguay, que cumplió los requisitos del programa y redujo su tasa de rechazo de visas a menos del 3%. En cambio, Argentina registró en 2024 un 8,9%, muy por encima del límite aceptado.

La caída del acuerdo no solo deja al descubierto falencias técnicas y diplomáticas: también compromete la credibilidad de Milei, que había celebrado públicamente la supuesta inminencia del beneficio. En los hechos, el Gobierno expuso a su delegación a un papelón internacional, deterioró el vínculo bilateral y sumó un nuevo traspié en materia de política exterior.

Un golpe a la estrategia de Milei

Lo ocurrido confirma las advertencias de que la política exterior libertaria prioriza la propaganda por encima de la gestión. La Casa Blanca envió un mensaje claro: en Washington no hay margen para gobiernos que combinan ineficiencia estructural con sospechas de corrupción.

Mientras Milei intenta reforzar su alianza política con Donald Trump, el revés en el Visa Waiver Program muestra que la relación con Estados Unidos está marcada por la desconfianza y la improvisación. La Argentina no solo perdió un beneficio largamente esperado por miles de ciudadanos, sino que quedó en evidencia como un socio poco confiable en el tablero internacional.

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