El Gobierno aplicó la actualización de impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono. El incremento ronda entre el 3% y el 4% por litro y afecta tanto a la nafta como al gasoil.
El Decreto 782/2025, publicado en el Boletín Oficial el 31 de octubre, dispuso la actualización de los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono. La norma establece que la carga impositiva sobre la nafta aumentará $15,56 por litro, más un adicional de $0,95 por el impuesto al carbono (IDC).
En el caso del gasoil, el incremento será de $12,64 por litro, con un plus de $6,84 en la Patagonia y zonas con tratamiento diferencial, además de $1,44 por tributo ambiental.
El impacto en los precios
En la Región Capital, una nafta “súper” verá su precio incrementado en $16,51 por litro solo por impuestos. Según los valores actuales, esto representa una suba directa de entre 3% y 4%, dependiendo de la estación de servicio.
En La Plata, por ejemplo, el litro de YPF Súper ronda los $1.550 y pasará a costar cerca de $1.570. Para un tanque estándar de 50 litros, el gasto será de aproximadamente $78.500.
Contexto económico y política de precios
El Gobierno había postergado durante meses la aplicación de estos aumentos para contener la inflación, pero la actualización impositiva se reactivó en noviembre. La decisión se enmarca en la política de ajuste fiscal y en la necesidad de recomponer la recaudación.
La suba impactará en el bolsillo de los consumidores y en los costos de transporte y logística, con efectos previsibles en la cadena de precios.
Lo que viene
La actualización de impuestos a los combustibles se realiza de manera trimestral, según la inflación medida por el INDEC El Destape. Esto significa que los próximos meses podrían traer nuevas subas, manteniendo la presión sobre el consumo y la actividad económica.

